Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z. M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango M.V.Z. M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción requiere autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z. M.Sc. Luis Abel Buitrago M., M.V.Z. Juan Sebastian Alvear A., M.V.Z.
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Imagen No. 1 Mal emplume. Pollos de engorde de 3 semanas de edad, enviados para examen de necropsia por presentar retraso ("coleo"), síndrome de cabeza hinchada incluyendo blefaroconjuntivitis. En el protocolo de remisión de muestras al laboratorio no se describe el estado de mal emplume, el cual es evidente en la serie de fotografías que componen la imagen. Con frecuencia, estos estados de mal emplume (No tan dramáticos) pasan desapercibidos y la mayoría de veces no se reportan como hallazgo de necropsia y menos se investiga su etiología. |
En las aves comerciales, el crecimiento de la pluma empieza
alrededor del día 5 de incubación, mientras que la queratinización se completa
2 ó 3 días antes del nacimiento.
Las plumas no crecen al azar por la
superficie de la piel, sino que lo hacen en distintas localizaciones que cubren
como máximo un 75% del total corporal. El
pollo de engorde tiene unos 50 gramos de plumas a la edad de sacrificio,
aunque a esa edad algunas plumas ya se habrán perdido debido a las mudas
secuenciales.
Si revisamos le edad a la cual se
comercializa el pollo de engorde hoy en día, nos damos cuenta de que cada vez se reduce la edad en que el
pollo sale al mercado. De ahí que es importante la madurez y el buen estado del
emplume, importante en la protección de la piel y del tejido subcutáneo.
En el caso de los pollos de engorde,
la preocupación radica en conseguir un grado de emplume suficiente para la
protección, mientras que en la ponedora se trata de obtener el nivel suficiente
para optimizar la eficiencia alimentaria.
La expresión “Mal emplume”, definitivamente deja mucho a la imaginación.
Mal emplume comprende varios estados, siendo conveniente definir cada uno de
ellos, debido a la etiología múltiple.
Debido a la multiplicidad de la
etiología de los procesos implicados en el mal emplume, es difícil, por no
decir que imposible llegar a un diagnóstico etiológico.
En la medida que se identifique el
cuadro clínico, será más fácil tomar las medidas preventivas y correctivas, y
se evitará caer en el error de enmarcarlas dentro de un concepto tan general
como "problemas de emplume".
El síndrome de mal emplume se
encuentra en el grupo de enfermedades de etiología multifactorial, se encuentran
además en este grupo la enfermedad respiratoria crónica complicada y el
síndrome de transito rápido.
La nutrición puede afectar a la tasa
de emplume así como a la estructura de la pluma, a su color y a la muda. El mal
emplume, como síndrome que es, es multifactorial y los estudiosos del tema
mencionan estados deficitarios como los principales causantes del mal emplume,
entre los que se encuentran los siguientes, citados por diversos autores:
Deficiencia
de ácido pantoténico
Deficiencia
de ácido fólico
Deficiencia
de vitamina B12
Deficiencia
de vitamina E
Deficiencia
de piridoxina
Deficiencia
de biotina
Deficiencia
de metionina
Deficiencia
de cisteína
Cuando se trató en este blog el tema
enteritis quística, se mencionó el síndrome del pollo en helicóptero, nombre
dado por la posición de las plumas, principalmente las de las alas, las cuales
simulan las hélices de un helicóptero.
Es bueno anotar que el mal emplume, cuando
se menciona dentro de lo que se observa en pollos afectados de enfermedades
infecciosas como las causadas por ciertos virus, bacterias y por Mycoplasmas, estos agentes pueden
infectar el folículo de la pluma lo cual repercutirá en el desarrollo de la
misma; primero como consecuencia del agente infectante mismo y segundo como
consecuencia en la reducción del consumo de alimento causado por la inapetencia y el malestar que padecen las
aves enfermas.
Los deficiencias vitamínicas y de ciertos
minerales los cuales se producen cuando no se suministra una alimentación
mal balanceada, también inducen
anormalidades en la pluma.
Muchos de los artículos de
enfermedades infecciosas, por deficiencias nutricionales y las causadas por algunos
agentes tóxicos, incluyen dentro de los síntomas
el “mal emplume” para dar a entender que hay un pobre desarrollo o mala
conformación de las plumas en las aves
afectadas, pero no son específicos en aclarar que características tiene el mal emplume a que se hace mención en cada
artículo o enfermedad en particular.
El mal emplume tiene, de acuerdo con
los investigadores, varios componentes:
1.- Lento desarrollo de la pluma.
2.- Alteración en la conformación de
las plumas de contorno.
3.- Síndrome de necrosis folicular
dorsal.
4.- Exceso de acicalamiento.
5.- Picaje y canibalismo.
Los dos más dramáticos componentes
del mal emplume son: 1) la alteración de la conformación de las plumas
de contorno (El cual considero es el que se presenta en el síndrome de enanismo
o del pollo en helicóptero) y 2) el síndrome de la necrosis folicular dorsal,
este último por lo dramático del aspecto de los pollos literalmente “calvos”.
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Imagen No. 2:
Mal emplume. Pollos de engorde, machos de 38 días de edad. Las aves de las fotografías pertenecen a un lote de 41.000 aves de las cuales 18.000 (Ubicadas en dos casetas o galpones de la misma granja) presentaron problema de emplume. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Los animales presentaron depravación del apetito o "pica" (Consumo de cama). |
Visto
un poco más de fondo, el problema del mal emplume puede tener
componentes hormonales. Los doctores S. LEESON y T.WALSH del departamento de
Ciencia Avícola y Animal de la Universidad de Gueph, Ontario (Canadá)
publicaron un artículo (World’s Poultry Science Journal, vol. 60, march
2004, number 1) que trata de los
factores que afectan el crecimiento y que influyen en la pérdida de plumas en
las aves.
De acuerdo con lo expuesto por ellos,
el desarrollo de la pluma está bajo control hormonal, por la tiroxina y los
estrógenos e indirectamente, por la testosterona. El medioambiente o el estado
nutricional pueden afectar al emplume en la medida en que afectan a los niveles
hormonales.
En el pollo de engorde, el nivel de
emplume se ve influenciado por la genética, lo cual explica las razas de
emplume lento y las razas de emplume rápido, principio que se
usa en el sexaje.
Presencia de micotoxinas en la dieta,
principalmente tricotecenos, pueden influir
en presencia y/o calidad del
plumaje. Estudios con intoxicaciones crónicas involucrando toxina T-2 o DAS
provocaron reducción en el consumo de ración y ganancia de peso y presentaron
múltiples afecciones, entre ellas el mal emplume; como dije antes, la mayoría
de tratados de las enfermedades, no determinan el tipo de daño cuando hablan de
“mal emplume”.
En las aves comerciales, el lamido y
el picaje de las plumas son anormalidades comportamentales, aunque pueden estar
inducidos por cambios en las condiciones medioambientales o por desequilibrios
nutricionales en la dieta.
Muchos de los casos de los componentes
del mal emplume señalados antes,
sobretodo el lento desarrollo de la pluma y las alteraciones de las plumas de
contorno, cuando no tienen un alto grados de desarrollo, pasan desapercibidos
en los exámenes de necropsia, porque generalmente se está en busca de lesiones
en los órganos internos del animal los cuales
podrían poner en evidencia una enfermedad infecciosa; no se les da la
importancia que merecen.
El síndrome de necrosis folicular dorsal se presenta ocasionalmente en pollos de engorde en diferentes países. En el
área de influencia del grupo de trabajo al cual pertenezco, la frecuencia de
presentación es baja, al menos de casos extremos. Pero estos casos son dramáticos debido al aspecto
que da la escases de plumas en las regiones dorsal y laterales del cuerpo del
ave.
PRESENTACIÓN DE CASO:
Estado productivo: pollo de engorde
Edad de las aves: 38 días
No. De animales en la granja: 41.000
No. de animales del lote afectado:
18.000
No. de animales muertos en la granja:
1.044
No de animales muertos en el lote
afectado: 241
Síntomas reportados en el protocolo de
envío de muestras: pobre emplume generalizado en dos galpones o casetas de 9.000 aves (Machos) cada una. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Las aves afectadas desarrollaron "pica o malacia" (Depravación del gusto, consumo de cama, viruta o cisco de madera).
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Imagen No. 3. Mal emplume. El ave que se muestra en las dos fotografías en secuencia, pertenece a las aves que se muestran en la imagen No. 2. Pollo de engorde, macho de 38 días de edad. El ave de la fotografía pertenece a un lote de 41.000 aves de las cuales 18.000 (Ubicadas en dos casetas o galpones de la misma granja) presentaron problema de emplume. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Los animales desarrollaron "pica" (Consumo de cama). |
De conformidad con las observaciones
macro y microscópicas, al igual que al
revisar los datos reportados en la historia de remisión o protocolo, creo que
se trata de un caso de necrosis folicular dorsal. Con excepción de las
fotografías contenidas en la imagen No. 1, las demás fotografías e imágenes
contenidas en este artículo del blog, corresponden al caso presentado.
Quienes describen el síndrome de
necrosis folicular dorsal, son los doctores Carlos López Coello, José Arce Menocal y Ernesto Ávila González
del Departamento de Producción Animal: Aves., de las Facultades de Medicina Veterinaria
y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México y Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo en Morelia, México, en un artículo denominado “Mitos y realidades del
sistema digestivo y sus implicaciones sobre la productividad” (http://www.wpsaaeca.es/aeca_imgs_docs/13_07_21_Mitos_y_realidades_del_sistema_digestivo.pdf)
Dice el artículo en mención, en
relación con el síndrome de necrosis folicular dorsal (SNFD): “A partir de la segunda semana de edad, los
animales muestran un marcado retraso en el desarrollo del emplume, incluso de
las plumas primarias (remeras y timoneras); a la tercera semana, sobre todo en
machos no ha comenzado la muda del plumón, y al empezar a nacer las primeras
plumas en la región dorsal se aprecia la base de algunos cañones gangrenada,
desprendiéndose con facilidad, así como necrosis del folículo, lo que impide el
surgimiento de la nueva pluma.
En
la cama no se observan plumas, pero tampoco en el sistema digestivo cuando se
realiza la necrosis, lo que indica que no hay pterofagia.
Posteriormente
las plumas que nacen en la región dorsal, generalmente presentan únicamente el
raquis y ocasionalmente barbas, pero sin la formación de bárbulas y barbillas
(a pesar de mantener estos animales en observación hasta los 63 días de edad,
la estructura de la pluma permanece incompleta), lo que confiere al ave un
aspecto denominado “puerco espín”, al quedar el área sin la protección de las
plumas, la piel se torna áspera;
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Imagen No. 4: mal emplume. Las fotografías corresponden a un ave de las que se muestran en la imagen No. 2. Derecha: detalle de la fotografía de la izquierda: aspecto denominado de "puerco espín", debido al desarrollo incompleto de las plumas, en términos generales no se forma el estandarte (Vano o vexilo). |
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Imagen No. 5. Mal emplume. Corresponde a detalle histológico de folículo plumoso proveniente de piel de ave de la imagen No. 4. Las dos imágenes en secuencia muestran un probable estadio inicial en el cual se observa desprendimiento (Necrosis y/o edema) del estrato epidérmico del folículo plumoso. (Hematoxilina-Eosina, 40X y 100X respectivamente) |
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Imagen No. 6. Mal emplume. Las fotografías que componen la imagen provienen de corte de piel del ave de la imagen No. 4. Se muestra una secuencia de izquierda a derecha. En la imagen de la derecha se aprecian estados de necrosis (Picnosis) de las células de la pulpa. Se asume que este es un estadio inicial del proceso de mal emplume. (Hematoxilina-Eosina, 10X, 40X y 100X respectivamente). |
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Imagen No. 7. Mal emplume. Folículo plumoso, corte de piel de una de las aves de la imagen No. 2. Necrosis de la pulpa del cálamo o cañón de la pluma contenido dentro del folículo plumoso (Hematoxilina-Eosina, 10x, 40X y 100X respectivamente). |
por otra parte en la zona abdominal lateral
posterior debido al lento crecimiento de las plumas comúnmente se presentan
laceraciones que llegan a afectar el tejido muscular ocasionadas por las uñas
de otras aves, consecuentemente aumentan los decomisos y se dificulta
considerablemente el procesamiento en el rastro así como la comercialización.
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Imagen No. 8. Mal emplume. Las imágenes corresponden a aves que integran el grupo que se presenta en la imagen No. 2: laceraciones que llegan a afectar el tejido muscular ocasionadas por las uñas de otras aves. |
La
situación se puede complicar con picoteo entre las aves y terminar en un cuadro
de canibalismo e incluso de histeria. Una vez que el SNFD está presente, no
existen antecedentes de una respuesta positiva para su solución a pesar de las
diferentes acciones llevadas a cabo.
Aparentemente
cuando ha ocurrido el daño sobre la estructura de la pluma, no hay
recuperación.
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Imagen No. 9 Bolsa de Fabricio. Pollo macho de 38 días de edad (de los que se muestran en la imagen No. 2). Lesiones de enfermedad de Gumboro: izquierda: depleción linfoide y lesiones atróficas que pueden calificarse entre +++ y ++++; se observa proceso inflamatorio en espacios interfoliculares y necrosis de las áreas medulares de los folículos (Hematoxilina-Eosina, 10X). Derecha: detalle del proceso de necrosis y acumulación de material purulento en el área medular de uno de los folículos linfoides (Hematoxilina-Eosina, 40X). Encontrar lesiones de enfermedad de Gumboro en un caso como el que se presenta es incidental y no necesariamente implica que la enfermedad de Gumboro esté relacionada con el mal emplume. |
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Imagen No. 10. Corte de intestino de una de las aves que se muestran en la imagen No. 2. En la secuencia fotográfica se muestra la dilatación quística múltiple de las criptas intestinales las cuales contienen material purulento; alrededor de las dilataciones quísticas, la lámina propia presenta un estado inflamatorio por células mononucleares (Hematoxilina-Eosina, 10X, 40X y 40X respectivamente). Encontrar lesiones de enteritis quística en un caso de mal emplume, si podría tener relación con una deficiencia nutricional que eventualmente podría conducir a la mala conformación y/o necrosis de los folículos plumosos y de las demás estructuras de las plumas (Mal emplume). |
Con
estos antecedentes se podría resumir que se trata de un problema de lento
emplume, asociado con algún efecto que provoca una alteración del folículo
ocasionando gangrena en la base del raquis, seguido de necrosis del folículo,
lo que evita en ese lugar el nacimiento de la pluma. Las plumas provenientes de
otros folículos carecen de las bárbulas y barbillas, sin que se haya podido
demostrar una medida eficiente de prevención y control”.
Cuál
es su concepto?
gracias por la info, me ayudo mucho
ResponderEliminarInteresante. A mi gusta mucho la parte de patología y a su vez el area de producción, específicamente la producción avícola. Tendré esto como referencia. Muchas gracias.
ResponderEliminarMUY BUENA LA INFORMACION
ResponderEliminarQ tratamiento sele puede aplicar para q el pollo de engorde emplume tengo un lote y no me an enplumado total tienen 45 dias
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