Por: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z. M.Sc.
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Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z. M.Sc.; Luis Buitrago M.; M.V.Z.; Juan
Alvear, A., M.V.Z.
Los casos de "cuello torcido" en aves comerciales, afortunadamente no son frecuentes. Pero cuando se reciben para diagnóstico aves que presentan este problema, lo primero que uno piensa es que puede haber compromiso genético de conformación de cartílago y/o hueso.
Son varias las consultas que se encuentran en internet en los diferentes sitios donde se manejan temas de patología aviar.
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Imagen No. 1. Pollitas de engorde de 7 día de edad. Las aves (5) fueron remitidas para examen de necropsia y pruebas complementarias por presentar desde el cuarto día de edad, torsión del cuello y postración, de acuerdo con lo que reporta el Médico Veterinario remitente en el protocolo de envío de muestras. La granja de donde provienen estas pollitas tiene 63.059 aves en el momento de presentarse el síntoma de cuello torcido. En el momento de tomar las aves para remisión al Laboratorio de diagnóstico, habían muerto 1.000; se había suministrado ciprofloxacina al 25%, aunque no dice por cuanto tiempo ni en qué dosis. |
Pero no hay muchas aproximaciones a una causa diferente de una malformación. De acuerdo con la revisión hecha por el doctor C. Riddell para el libro Enfermedades de las Aves, en el capítulo de los trastornos del desarrollo, metabólicos y otros, específicamente en las enfermedades óseas, le dedica un párrafo al problema de cuello torcido, el cual había sido reportado en 1968 en pavos pero relacionándolo con una osteodistrofia.
El mismo Dr. Riddell, en el capítulo dedicado al sistema esquelético del Libro Avian Histopathology incluye los cuellos torcidos dentro de las anormalidades de la columna vertebral. Cuando fui a revisar la literatura, encontré un trabajo publicado por C.J. Cardona y A.A. Bickford en la revista Avian Diseaes, Vol. 37 No. 1 (Enero-Marzo., 1993), páginas 240 a 243
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Imagen No. 2. Se muestra la columna cervical de dos pollos de una semana de edad. En condiciones normales la columna cervical presenta una curvatura suave un poco antes de su ingreso a la porción ósea del toracoabdomen. La severidad del caso expuesto se aprecia cuando se comparan estas dos columnas cervicales con las de la imagen siguiente (Imagen 3), correspondientes a las columnas cervicales (Cuellos) expuestos de cuatro de las aves remitidas para examen de necropsia y complementarios. |
Los doctores Cardona y Bickford estudiaron un caso de cuello torcido en dos pavos de cinco semanas de edad. Mediante análisis serológicos, cultivos microbiológicos e histopatología; llegaron a la conclusión de que había compromiso infeccioso con Mycoplasma meleagridis en los casos de cuello torcido de los pavos estudiados por ellos. Por histopatología encontraron inflamaciones en cartílago de las vértebras cervicales.
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Imagen No. 3. Se muestran los cuellos de cuatro de las aves correspondientes a la imagen No. 1 |
El doctor C. Riddell menciona en la sección de cuello torcido del capítulo de trastornos del desarrollo, metabólicos y otros de la Patología de Calneck, que los signos clínicos de los casos de cuello torcido estudiados por Moorhead y Mohamed en 1968 y publicados en la revista Avian Diseaes (12:476-482) de 1968, tienen parecido con el síndrome de cuello torcido en aves Leghorn atribuibles a un gen recesivo. Hasta ahora es la única referencia que he encontrado en la que se menciona la posibilidad de que los casos de cuello torcido tengan origen genético.
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Imagen No. 4. Cinco columnas cervicales expuestas, de las aves de la imagen No. 1, para comparar los diferentes niveles de curvatura de las mismas. |
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Imagen No. 5. Se observan dos cortes transversales de columna cervical (Vértebra) de un pollo normal (Hematoxilina-Eosina 10X y 40X respectivamente), de siete días de edad. Se observa un espacio ocupado por las meninges, entre el hueso y la medula espinal; la porción blanca es un artefacto o el efecto de retracción de los tejido en el proceso de preparación y corte de la muestra; en condiciones naturales este espacio no existe. |
Durante la Conferencia de Carne de Pollo en el Reino Unido en 2012, se abordaron los problemas de salud aviar que recientemente han afectado a las parvadas de pollos; en relación con el tema, Nuria Martínez Herráez, editora de El Sitio Avícola en internet, tiene un artículo denominado: "Nuevas patologías en parvadas de pollos".
Philip Hammond, de la Empresa de Servicios de Diagnóstico y Consultoría Avícola Crowshall Veterinary Services, ofreció una actualización sobre las últimas novedades y avances en la investigación de ciertas enfermedades aviares. Según Hammond, se ha observado un aumento en el diagnóstico de casos de septicemia por Enterococcus en pollos de engorde durante los últimos seis meses en varias compañías avícolas.
Los síntomas en las aves afectadas por cuello torcido incluyen, según Hammond,: 1) Cuellos torcidos (Tortícolis) entre los 3 y los 12 días de edad, con aumento de la mortalidad hasta un 4% 2) Cinco días más tarde: endocarditis 3) 20 días mas tarde: absceso espinal.
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Imagen No. 6. Las fotografías en secuencia, muestran el espacio entre el hueso y la medula espinal, ocupado por células inflamatorias en las meninges, tanto células inflamatorias mononucleares como polimorfonucleares dispuestas en dos patrones histológicos: uno purulento y el otro no purulento con hiperplasia del tejido linfoide (Se resalta en la imagen No. 7) (Hematoxilina-Eosina, 4X, 10X y 40X respectivamente). |
Sobre el absceso espinal se publicó un artículo en este mismo blog (17 de mayo de 2012: "Osteomielitis vertebral esporádica o simplemente espondilitis: Enterococus cecorum") Hay una revisión muy buena sobre el abscesos espinales pollos de engorde hecha por el doctor Eric Gingerich de la Universidad de Pensilvania, estados Unidos. El doctor Gingerich, aunque afirma que hay más preguntas que respuestas en cuanto a los abscesos vertebrales en pollos de engorde, que esta es una enfermedad emergente que causa entre el 2% y el 4% de cojeras en las parvadas.
Este tema lo presentó el Dr. Eric Gingerich, Veterinario y profesor adjunto del Laboratorio de Medicina y Patología Aviares de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, en la Reunión Nacional de Salud y Procesamiento Avícolas de 2009. Los coautores son la doctora Shelley Rankin (Universidad de Pensilvania),el doctor John Barnes (De la Universidad del estado de Carolina del Norte), el doctor Robert Owen (De Alpharma Inc.) y la doctora Sherril Davidson (De la Universidad de Pensilvania)
Se desconoce
la fuente de la infección. Se cree que los huevos incubables de reproductoras
pueden ser una posible fuente. Una búsqueda de la bacteria mediante frotis en bandejas de
pollitos al nacer resultó en aislamiento de Enterococcus cecorum en una de seis fuentes de reproductoras
analizadas. Teóricamente, los cascarones o las membranas de huevos al
eclosionar contaminados con Enterococcus cecorum podrían contaminar todo el gabinete de la
nacedora. Otra teoría es que el Enterococcus cecorum entra a la sangre desde el intestino. En
niños, los abscesos de las vértebras son secuelas comunes de infecciones
umbilicales (diseminación hematógena de la onfaloflebitis). Los estudios
histológicos de los ciegos de las aves afectadas muestran pruebas de una cepa
de adhesión y borrado de E. coli que teóricamente deja que la bacteria Enterococcus cecorum entre a la sangre.
Cualquiera que sea la fuente de la infección, una vez que la Enterococcus cecorum entra a la sangre, invade el cuerpo de las últimas
vértebras dorsales, lo que resulta en necrosis e inflamación del cuerpo
vertebral. La inflamación resultante causa compresión de la médula espinal o
fracturas espontáneas del cuerpo vertebral.
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Imagen No. 7 Las dos primeras fotografías (Izquierda y centro) corresponden a la misma secuencia de la imagen No. 3. La tercera fotografía (Derecha) corresponde a un área de respuesta inflamatoria compuesta por células mononucleares, muchas de ellas dispuestas en acúmulos a manera de nódulos linfoides.(Hematoxilina-Eosina, 4X, 10X y 40X respectivamente). |
Una vez que se estableció que las aves que se muestran en la imagen No. 1 tenían "cuello torcido", quisimos saber si había alguna lesión que se pudiera visualizar mediante el examen de los órganos y tejidos involucrados en el problema, independientemente si se tratase de una infección con bacterias o Mycoplasma, e igualmente independiente de la vía de entradas del agente en la lesión que se visualizó en los cortes transversales de vértebras de la región donde era evidente la torsión, debido al ángulo que tenían estas en la zona afectada (Ver imágenes 2, 3, 4).
El examen de los cortes histológicos de las vértebras de la columna de los pollos afectados, tomados en el área de torsión columnar, reveló que había un proceso inflamatorio en las meninges, el cuál tenía dos características: 1) Una proceso inflamatorio en el que había predomino de piocitos y células muertas (material purulento). 2)En dirección hacia el hueso, la respuesta inflamatoria observada varía gradualmente hacia una respuesta de tipo linfohistiocitario, con acúmulos de células linfoides a madera de nódulos o de centros germinales.
Como existía la posibilidad de que una infección hubiese llegado a las vértebras cervicales mediante vacunas que se administran al pollo vía subcutánea al día de nacimiento, se investigaron las vacunas administradas y la vía de entrada en el organismo de los pollos: no hubo vacunas vía subcutánea. Las vacunas que recibieron los pollos fueron: 1) Al día 18 de incubación (In ovo) se suministró la Vacuna contra Marek y contra enfermedad de Gumboro 2) Al día 7 se suministró vacuna contra la enfermedad de Gumboro vía oral 3) Al día 7 se suministró la vacuna contra la enfermedad de Newcastle (Cepas Lasota + B1) por aspersión. De esta manera se descarte el ingreso de una infección con una vacuna. Al descartar la administración de vacunas como posible fuente de infección, creo que la entrada y ubicación de la infección a nivel cervical, fue la vía hematógena.
No se realizaron cultivos microbiológicos del área afectada en las vértebras cervicales debido a que macroscópicamente no había evidencia del estado inflamatorio. El tipo de respuesta inflamatoria indica que es una infección de etiología bacterial (No definible etiológicamente por histopatología); no se descarta una infección con Mycoplasma spp., los acúmulos de células linfoides a manera de nódulos o folículos en un proceso inflamatorio, pueden ser provocados por Mycoplasma, aunque este concepto no es concluyente.
CUÁL ES SU CONCEPTO?