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jueves, 19 de julio de 2012

Mycoplasma gallisepticum: aerosaculitis



Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango; protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.; Luis Buitrago M., M.V.Z.; Juan Sebastian Alvear A., M.V.Z.


La mycoplasmosis aviar puede ser producida por diversas especies de Mycoplasma (Un microorganismo de la clase Mollicutes, orden Mycoplasmatales, familia Mycoplasmataceae) el cual incluye las especies gallisepticum, synoviae, meleagridis e iowae.

De acuerdo con los estudiosos del tema Mycoplasma gallisepticum es el agente patógeno del grupo de los Mycoplasmas más importante en las aves de domésticas.

Mycoplasma gallisepticum es el agente  etiológico de la enfermedad conocida comúnmente como  mycoplasmosis. El tema  no es tan sencillo de abordar, porque al igual que  sucede con la mayoría de enfermedades  que comprometen el sistema respiratorio  de las aves, nunca están solas; la mayoría de veces las manifestaciones clínicas, las lesiones macro y microscópicas son el resultado de una convergencia de varios agentes etiológicos.

Estamos acostumbrados a que en la mayoría de los casos en que observamos lesiones  que consideramos son producidas por el Mycoplasma gallisepticum, generalmente aislamos Escherichia coli como agente secundario o complicante de los cuadros clinicopatológicos; otros agentes comunmente aislados en estos casos son Avibacterium paragallinarum (En infecciones de los senos infraorbitarios) y Gallibacterium anatis.

Mycoplasma gallisepticum  se reporta usualmente como comprometido en la enfermedad respiratoria crónica, produciendo trastornos a nivel respiratorio tales como traqueítis, sinusitis, inflamación de sacos aéreos y pulmones.


Imagen No. 1. Izquierda y centro: gallina de 22 semanas la cual presenta inflamación  de senos infraorbitarios;  convencionalmente los casos de inflamación de senos infraorbitarios se asocian a infecciones con Avibacterium paragallinarum y se omite investigar infección con Mycoplasma gallisepticum. Derecha:  pollo de engordde de 17 días de edad el cual presenta síndrome de  "cabeza hinchada";   los casos de cabeza hinchada generalmente cursan con sinusitis; en estos casos igualmente debería investigarse infección con Mycoplasma; No sabemos hasta donde el Mycoplasma está comprometido en estos casos.

Imagen No. 2. Las dos fotografías que componen la imagen corresponde a la gallina que se muestra en las fotografías (Izquierda y centro) de la imagen anterior (No.1). Izquierda:  inflamación aguda catarral de senos infraorbitarios y de cornetes nasales. Derecha: sección longitudinal de tráquea en la cual se observa abundante moco (Traqueitis catarral). Las inflamaciones que se observan en las dos fotografías, orientan en el diagnóstico de necropsia pero no son definitivas ya que se pueden observan en varias  infecciones.

Los doctores Sharob Levisonh y colaboradores publicaron en 1986 un artículo en la revista Avian Pathology (Vol. 15, No. 2, 1986, pag.  233 – 246) según el cual hicieron pruebas in vivo e in vitro para evaluar la patogenicidad de  varias cepas de Mycoplasma gallisepticum 
(R, F, S-6, 227 y A5969) las cepas de Mycoplasma gallisepticum difirieron marcadamente
en su patogenicidad para el pollo. Sabemos cuál cepa está actuando en nuestro medio?, probablemente no.


La diferenciación que se hace en algunos artículos entre enfermedad respiratoria crónica y síndrome de los sacos aéreos en el sentido de que el primero es una infección con Mycoplasma gallisepticum y el segundo es una infección con Mycoplasma gallisepticum con una infección adicional con Escherichia coli,  creo que no es cierto. 

De hecho el límite entre una infección pura con Mycoplasma y una infección con Mycoplasma asociado a otras bacterias es muy sutil y difícil de encontrar en condiciones de campo. Cuando se examina las aves  para casos de infecciones respiratorias, la mayoría de veces  se encuentran casos “complicados”, lo que  en  otro tiempo se llamaron  “Mycoplasmosis complicadas”; aunque antiguo, creo que el término es válido.

Imagen No. 3. Izquierda: sacos aéreos de polla de levante de 13 semanas de edad; son de aspecto translúcido normal. Centro:  sacos aéreos de pollo de engorde de 21 días de edad; presenta material de aspecto espumoso; esta lesión se cataloga como aerosaculitis y convencionalmente se atribuye a infección con Mycoplasma,  pero no se hacen pruebas complementarias, en los cultivos microbiológicos generalmente no crecen bacterias o crece Escherichia coli. Derecha:  sacos aéreos de  pollita de 5 semanas de edad, de un grupo de cinco aves remitidas para examenes por presentar síntomas respiratorios; es una lesión más avanzada que la que se muestra en la fotografía del centro; aunque se asocia a infección con Mycoplasma, no se realizan pruebas complementarias; generalmente se cultiva  y crece Escherichia coli, bacteria sobre la cual se hace el tratamiento.

El término falsas respiratorias, bien usado en algunas escuelas  y cátedras de patología, hace  relación a la etiología de fondo, generalmente de tipo viral que puede existir cuando se observan aves con síntomas  y lesiones de tipo respiratorio.  Estas infecciones de tipo viral como el caso de la bronquitis infecciosa y  la enfermedad de Newcastle,  se complican con enfermedades bacteriales.

Imagen No. 4. Inflamación de sacos aéreos de  pollos de engorde de tres edades diferentes edades (Izquierda: 33 días; centro: 41 días; derecha: 28 días) los cuales se remitieron al laboratorio para investigar la sintomatología de tipo respiratorio que presentaban. El aspecto espumoso de las aerosaculitis como las que se  observan en las tres fotografías, convencionalmente se asume que son producidas por infección con Mycoplasma, pero usualmente no se hacen pruebas complementarias; en los cultivos microbiológicos generalmente no se incluye cultivo para Mycoplasma; generalmente crece Escherichia coli.

En Colombia, cuando las campañas tendientes a determinar el estatus de  enfermedades como el Newcastle y la influenza aviar en las cuales  participé cuando era funcionario del Instituto Colombiano Agropecuario ICA en el área del Valle del Cauca, prácticamente todo caso de enfermedad respiratoria era considerado potencialmente sospechoso de  una de estas dos entidades. Desde luego la práctica ha demostrado que la enfermedad de Newcastle puede estar sobredimensionada por esta razón.

Los siguientes son factores que contribuyen a determinar la expansión de la infección con Mycoplasma en un ave y en un lote de aves:

  • Cuando en la respuesta a  la infección con Mycoplasma gallisepticum están implicados virus vacunales por ejemplo contra la enfermedad de Newcastle o la bronquitis infecciosa, el cuadro es todavía más severo.
  • En el desarrollo de la severidad de la enfermedad y de sus manifestaciones clínicas están igualmente involucrados: el estrés que involucra un rápido crecimiento, la alta densidad y la pobre calidad del aire; esto es más grave cuando la calidad del pollito que llega a una granja es mala.
  • En ponedoras comerciales y reproductoras, el estrés está representado por el pico de postura, las infecciones con otros agentes como la coriza infecciosa, las recirculaciones virales y las reacciones postvacunales ante vacunas a virus vivo.

Algunos autores consideran la infección con Mycoplasma gallisepticum  la  más importante, desde el punto de vista económico, en la producción avícola. Las infecciones por este agente pueden causar pérdidas económicas importantes en las granjas avícolas por una enfermedad respiratoria crónica, que afecta la conversión alimentaria, produce una disminución del crecimiento y descenso de la producción de huevos. Las aves enviadas a sacrificio afectadas por este agente, también pueden clasificarse dentro de una categoría inferior.

Imagen No. 5. Las aerosaculitis como la que se muestra en la imagen de la izquierda (Pollas de levante de 13 semanas de edad), generalmente evolucionan hacia estados más severos si las aves no son tratadas adecuadamente. Las fotografías del centro (Pollo de engorde de 49 días de edad) y la de la derecha (Pollo de engorde de  24 días de edad), muestran inflamaciones de tipo crónico de aspecto fibrinopurulento o caseoso   de los sacos aéreos. 


Por considerarlo de interés al tratar el tema, cito los  apartes  de diagnóstico y epidemiología de las infecciones con Mycoplasma que presenté en el artículo anterior sobre la infección con Mycoplasma synoviae; los ítems  son válidos para las dos infecciones:

Las siguientes son anotaciones epidemiológicas hechas por la doctora Naola Ferguson-Noel  Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia en la Conferencia “Control de Mycoplasmas”  en el mismo XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:
  • Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae se transmiten en forma vertical y/o horizontal. La transmisión se hace por contacto directo e indirecto con las aves afectadas. Los reservorios primarios son los pollos y los pavos; otras especies aviares parecen ser poco importantes en este sentido.
  • La mayoría de los casos de mycoplasmosis ocurren por fallas en la bioseguridad. 
  • Estos microorganismos pueden sobrevivir por cortos períodos de tiempo en el polvo, las heces, plumas y/o equipos. 
  • Las aves silvestres han sido implicadas como transmisores.
  • Se ha comprobado la transmisión en aerosoles cuando las distancias son cortas.
  • La eliminación por huevo es impredecible. Los lotes infectados pueden considerarse potenciales transmisores de la enfermedad a la progenie
Las aves de corral infectadas por medios experimentales desarrollan los síntomas después de 6 a 21 días. En infecciones naturales, el período de incubación es variable; las aves infectadas pueden ser asintomáticas durante varios días o meses hasta que sufren estrés.

Los siguientes son ítems en relación con el diagnóstico, presentados por el Dr. Stanley H. Kleven del Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia, en su conferencia “Mycoplasmas; diagnostico y monitoreo” en el XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:
  • Las infecciones con Mycoplasmas suelen presentarse en forma subclínica o los signos clínicos pueden ser similares a otras enfermedades, por lo tanto los análisis de laboratorio son necesarios para detectar la infección o confirmar el diagnóstico. 
  • Actualmente se dispone de tres tipos de pruebas para el diagnóstico de  mycoplasmosis (Producidas por Mycoplasma gallisepticum, Mycoplasma synoviae y Mycoplasma meleagridis): serología (Aglutinación rápida en placa. HI, ELISA); cultivo microbiológico y PCR.
  • La prueba de oro para el diagnóstico de mycoplasmosis es el cultivo microbiológico, pero estos microorgnanismos son de crecimiento lento (2, 3 semanas o más) y son exigentes en medios de enriquecimiento.
  • Generalmente el cultivo se le deja a laboratorios especializados.
  • Uno de los inconvenientes del cultivo se debe a que  hay Mycoplasmas comensales que crecen junto con los patógenos e invaden los cultivos.
  • Las pruebas de PCR no deben tomarse  como definitivas debido a la probabilidad de  falsos positivos por contaminación de los laboratorios con ADN mycoplasmico. Se requiere que coincidan los signos con la prueba diagnóstica.
Las evaluaciones histopatológicas de los órganos que suelen resultar afectados por infecciones con Mycoplasma gallisepticum no son concluyentes, entre otras razones porque no es fácil encontrar en  condiciones de campo, una infección pura con Mycoplasma gallisepticum. En el caso de la tráquea que es el órgano más explorado en busca de lesiones en caso de enfermedad  respiratoria, las lesiones  no son concluyentes respecto de las infecciones con Mycoplasma.



Imagen No. 6.  Traqueitis no purulenta (Principalmente de tipo linfocítico), gallina de 34 semanas de edad,  de un grupo de cinco aves remitidas para exámenes de laboratorio por presentar sintomas respiratorios (Disnea inspiratoria y estertores traqueales y bronquiales). En las aves del lote afectado, los sintomas no cedían ante los tratamientos antibacteriales empleados. Las imágenes histopatológicas en las que se observa inflamación  linfocítica con formación de folículos o  nodulos linfoides , son altamente compatibles con infección con Mycoplasma; la lesión no es patognomónica, por lo tanto no es específica y debe recurrirse a pruebas complementarias de laboratorio para investigar infección con Mycoplasma. (Hematoxilina-Eosina, 10 y 40X respectivamente).

Las lesiones histopatológicas descritas en los libros y manuales de histopatología aviar, incluyen: un estado inflamatorio  de tipo mononuclear compuesto por  linfocitos, macrófagos y células plasmáticas en la lámina propia de la mucosa de senos infraorbitarios, tráquea, laringe y bronquios. Se describe igualmente la formación de folículos linfoides en la lámina propia de  la mucosa y en la submucosa de estos órganos. La presencia de heterófilos como parte del componente inflamatorio al igual que la exfoliación epitelial descritas, creo que se deben más bien a la presencia de coinfecciones con bacterias y/o agentes virales según el caso.

Las lesiones de infección con Mycoplasma gallisepticum en aves comerciales inducen la siguiente serie de eventos, los cuales entre otras cosas, facilitan las infecciones con otros agentes  patógenos, en los órganos del aparato respiratorio:

  • Colonización de la mucosa respiratoria.
  • Adeherencia a cilias y membranas de epitelios
  • Ciliostasis
  • Exfoliación de células ciliadas.
  • Alteración de la sustancia surfactante.
  • Reacción inflamatoria.
Las infecciones con Mycoplasma gallisepticum varían en cuanto a sintomatología y lesiones macro y microscópicas, dependiendo del tiempo de evolución y de la presencia  y acción de  otros agentes  patógenos. De esta forma, varían desde asintomáticas, hasta  graves o muy graves.

Las aves  que hemos examinado en nuestro grupo de trabajo en las cuales  se han encontrado lesiones compatibles con infección con Mycoplasma gallisepticum, solo o en combinación con otros agentes, han presentado disnea inspiratoria, “gorgoreos” (estertores traqueales o bronquiales), algunos casos  incluyen inflamación de senos infraorbitarios,  inflamación del tejido  subcutáneo facial/ craneal  (Por eso en estos casos se incluyen dentro del “síndrome de cabeza hinchada”).

Las lesiones internas incluyen desde  inflamación  catarral de los senos infraorbitarios, traqueítis catarral,  una gama de lesiones en sacos aéreos que va de  la simple presencia de espuma en los mismos hasta  inflamaciones fibrinopurulentas y en los casos crónicos, verdaderos  tapones de material caseoso de varios tamaños, los cuales  algunos Médicos Veterinarios que realizan necropsias de aves comerciales, los reportan como granulomas micóticos; no lo son. Los casos más extensos suelen presentar inflamación de  serosas de  la cavidad toracoabdominal (Incluyendo el epicardio y el pericardio, la pleura, los  sacos aéreos y el peritoneo en general).

Imagen No. 7. Ploserositis fibrinopurulenta y caseosa en aves de diferentes edades (Izquierda:  gallina de 19 semanas; centro:  pollo de engorde de 28 días;  derecha:  pollo de engorde de 21 días). En los tres casos, las aves fueron remitidas por presentar síntomas respiratorios severos. Estos cuadros clínicos que se asume que son infecciones con Escherichia coli, muy probablemente fueron en sus estadios iniciales, aerosaculitis de aspecto espumoso o infecciones com Mycoplasma las cuales no fueron tratadas adecuadamente.


De hecho, la forma leve o la grave de los síntomas dependen del estado inflamatorio de las vías respiratorias y de las membranas serosas. Igualmente, las pérdidas por mortalidad están asociadas al  estado  de evolución de la infección (o de las  infecciones adicionales presentes).

En las aves de comerciales, el diagnóstico diferencial  incluye enfermedades respiratorias tales como bronquitis infecciosa, enfermedad de Newcastle y gripe aviar (esta última es exótica en Colombia). También se deben descartar las infecciones por Haemophilus paragallinarumPasteurella multocida, Mycoplasma synoviae e infecciones con metapneumovirus.

Como se ha mencionado antes,  en la práctica no se encuentra un infección simple  con Mycoplasma gallisepticum. Muchas infecciones con agentes patógenos además del Mycoplasma gallisepticum, se encuentran como  responsables del “Complejo respiratorio aviar”, estudiado solo en algunas  ocasiones en  Colombia, bajo las directrices del Instituto Colombiano Agropecuario ICA y la colaboración de laboratorios de Facultades de Medicina Veterinaria de otros países (Sobretodo de los Estados Unidos, específicamente de la Universidad de Georgia y últimamente con una universidad del Reino Unido), gracias a lo cual se han detectado entre otras cosas, las cepas actuantes del virus de la bronquitis  infecciosa aviar en Colombia


Revisando la información disponible sobre infecciones con Mycoplasma gallisepticum, encontré un trabajo reciente (Marzo de 2011) realizado por el Instituto Colombiano Agropecuario ICA,  la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la Federación Nacional de Avicultores FENAVI y el Fondo Nacional para la Avicultura FONAV. El trabajo se titula: "Colombia: investigación para determinar la circulación de Mycoplasma gallisepticum".


 Tras realizar la investigación en el 60% del total de las granjas ubicadas en el departamento de Antioquia, buscando analizar la presencia de la bacteria que produce esta enfermedad en pollos de engorde y en gallinas, se encontró que:
  • En ninguna de las granjas muestreadas para pollo de engorde había presencia de ADN para Mycoplasma, o sea que las enfermedades respiratorias que se están presentando en pollo de engorde (en la zona) pueden ser cualquier otra, menos debida a mycoplasmosis, concluye el estudio.
  • En cuanto a gallinas ponedoras, el panorama fue distinto: el 17% de este sistema de producción, que fueron 54 granjas, tenía presencia de ADN para Mycoplasma.
Los resultados de este estudio en pollo de engorde son sorprendentes, sobretodo por la alta frecuencia con que se encuentran afecciones de los sacos  aéreos en pollo de engorde, los cuales son atribuidos a  infecciones con Mycoplasma.

Quienes estén interesados en acceder al artículo lo pueden hacer en el siguiente enlace:


Una de las revisiones más completas sobre  mycoplasmosis aviar  se puede encontrar en internet y está hecha  por The Center for Food Security and Public Health Iowa State University, el Institute for International Cooperation in Animal Biologics an OIE Colaborating Center y a la cual se puede acceder mediante el siguiente enlace:


Creo que las infecciones con Mycoplasma gallisepticum están siendo olvidadas en los monitoreos serológicos al igual que en los estudios microbiológicos.

Considero igualmente que más laboratorios deberían estar trabajando en el aislamiento de Mycoplasma gallisepticum, debido a que esta es la prueba de oro en el diagnóstico, sin importan los agentes infecciosos concomitantes en los casos de  infecciones respiratorias complicadas y sin importar  que estén disponibles técnicas tan sofisticadas y tan sensibles como la técnica de PCR, de la cual siempre he creído que no se está haciendo buen uso como herramienta diagnóstica.

Cuál es su concepto?

1 comentario:

  1. buenas noches, soy estudiante de veterinaria y me parece muy importante el trabajo investigativo realizado sobre esta patología que como lo menciona usted, esta siendo dejada de lado. estoy en al búsqueda de información sobre esta patología pero en aves silvestres como potenciales transmisoras para granjas avícolas pero la información es escasa. agradecería si tiene algún conocimiento al respecto o información sobre laboratorios que realicen cualquiera de los métodos diagnósticos para esta enfermedad.
    Muchas gracias,
    Atentamente Yubelly Ruiz
    estudiante de Medicina Veterinaria, Universidad de Antioquia

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