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jueves, 26 de julio de 2012

Rotación de la tibia

Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe tener autorización previa.

Imagen No. 1. Rotación de la tibia. Pollos de engorde de 16 días de edad provenientes de una granja de 59.058 aves de las cuales se reportan 12.750  enfermos y 100 aves muertas. El protocolo de envío de muestras dice los siguiente: "Selección por cojeras, el pollito se retrasa en su crecimiento por dificultad para llegar al comedero y al bebedero, mueren dehidratados" Casos como este, se apartan de lo que reporta la literatura según lo cual  resultan afectados entre el 0,5 y el 1% de las aves cuando se presenta rotación de la tibia.
 En la práctica, cuando en nuestros laboratorios de diagnostico aviar se reciben casos de aves remitidas por problemas locomotores, generalmente la historia o protocolo de remisión reporta “cojeras”. En términos generales, esto indica que hace falta capacitación para que   los Médicos Veterinarios de campo puedan diferenciar entre los varios problemas locomotores en el proceso de necropsia.


En muchos de los casos remitidos para necropsia, no es mayor la ayuda con la que el patólogo puede contribuir para establecer medidas correctiva, aparte de  suministrar un diagnóstico. Esta afirmación se basa en que muchas de las “cojeras” no son de etiología infecciosa y se pueden identificar  en las granjas.

Imagen No. 2. Rotación de la tibia. Pollos de engorde de 29 días de edad remitidos para exámenes de laboratorio, procedentes de una granja de 75.000 aves. El protocolo de envío de muestras al  laboratorio no informa sobre % de enfermos y de muertos. Dicho protocolo dice lo siguiente: "Reacción respiratoria leve, materia fecal acuosa".  Remitir aves al laboratorio con una historia como la descrita, está indicando varias cosas: 1) El Médico Veterinario responsable de la granja no examinó bien el caso y no se dio cuenta de que las aves padecían de rotación de la tibia 2) El Médico Veterinario responsable de la granja no tomó las muestras (Aves)  y le encargó la recolección de las aves para enviar al laboratorio, al administrador de la granja, a quien le pareció mas fácil capturar las aves con "cojeras" 3) La granja de donde vienen estas aves no tiene Médico Veterinario asistente o este no hace su labor como le corresponde. Pasar por alto la frecuencia de cojeras en una granja nos deja sin saber que tan grave era el problema y si este era más o menos importante que la "reacción respiratoria" que se menciona  en el protocolo.

No hay mucha información sobre osteodisplasias, específicamente no hay mucha información sobre la rotación de la tibia. Voy a retomar un aparte del articulo “Discondroplasia de la tibia” presentado en otra entrega de este mismo blog, a manera introductoria.

Etimológicamente, displasia viene del griego y quiere decir “mala formación”. Es una anormalidad del aspecto de las células, debido a disturbios en su proceso de maduración. Como sufijo, “displasia” significa desarrollo anormal. Estrictamente las osteodisplasias se refieren al desarrollo anormal de huesos, pero debido a las asociaciones de estos con otros tejidos en el aparato musculo esquelético, cuando hablamos de osteodisplasia, se está implicando a músculos, tendones y ligamentos.

Imagen No. 3. Pollos de engorde de 19 días de edad  procedentes de una granja de 81.000 aves. El protocolo de remisión de muestras  informa lo siguiente: "Cojeras, postración". De acuerdo con la información remitida, el 2% de las aves están enfermas y se registran 90 muertas. De nuevo y según este caso, las cifras de morbilidad son más altas que las que reporta la literatura (0,5 a 1%). El caso indica igualmente que el Médico Veterinario remitente, no está entrenado en realizar un diagnóstico a nivel de granja.

En sentido estricto, las osteodisplasias, son  malformaciones del esqueleto debidas a alteraciones de origen genético o congénito.

En la rutina de diagnóstico, difícilmente se puede determinar la etiología de las osteodisplasias. Afectan entre el 0,5 y el 1%  (según la literatura revisada) de un lote de aves pero la frecuencia puede aumentar según condiciones determinadas de manejo y alimentación.

Tabla No. 1. Rotación de la tibia. Frecuencia de presentación de casos diagnosicados por el autor de este artículo y el equipo de trabajo al cual pertence, en el área de influencia (Centro y sur del Valle del Cauca, Colombia).

En las aves figuran seis clases de osteodisplasias, así:

-          Perosis, varus, valgus y deformidades de las patas
-          Rotación de la tibia
-          Dedos torcidos
-          Discondroplasia de la tibia
-          Espondilolistesis
-          Osteocondrosis o necrosis de la cabeza del fémur

Específicamente sobre rotación de la tibia, el doctor Miguel A. Petrucelli de la Facultad  de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, tiene una muy buena presentación en Power Point  sobre las enfermedades óseas de las aves, en la cual  hace referencia a las osteodisplasias, específicamente a la rotación de la tibia.
El doctor Petrucelli  menciona en su artículo sobre la rotación de la tibia:
-          Los pollos presentan una pata extendida en forma lateral.
-          La tibia rota sobre  su eje longitudinal y la rotación puede ser de 90 a 180 grados.
-          No está afectada la articulación y el tendón corre sin problemas sobre su “corredera”.

Afirma en Dr. Petrucelli en su presentación que la rotación de la tibia no tiene una etiología conocida y que se sospecha de un raquitismo temprano como la causa. Una afirmación igual en relación con el raquitismo como posible causa, se encuentra en el libro Avian Histopathology de la American Association of Avian Pathologists.
Imagen No. 4. Rotación de la tibia. Pollos de engorde de 11 días de edad, procedentes de una granja con 35.518 aves. De acuerdo con lo descrito en el protocolo de envío de muestras, las aves fueron remitidas para ser examinadas en el laboratorio, por presentar "reacción respiratoria postvacunal fuerte y claudicación ("cojera") de los animales desde ayer, día 10 de edad" La información  dice además que todo el lote está afectado y que murieron 320 animales. De  esta información se concluye que: 1) La rotación de la tibia no aparece de un día para  otro, no se observó el proceso gradual de aparición de la misma 2) No hay diferenciación entre el número de animales afectados por la "cojera" y el número de animales con la reacción respiratoria; no es posible que todo el lote padezca rotación de la tibia 3) El Médico Veterinario responsable de la granja no ha  observado bien las aves; el proceso respiratorio y la cojera no pueden tener  un día de evolución.

La mejor información sobre osteodisplasias se encuentra en un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México. En relación con la rotación de la tibia, dicha publicación dice lo siguiente:
“Este padecimiento se caracteriza por torsión de la epífisis de la tibia hasta 90° o más hacia afuera, sin encorvamiento de las epífisis de los huesos ni desplazamiento del tendón gastrocnemio”.

Imagen No. 5. Rotación de la tibia. Tibiotarso. Pollo de engorde de 16 día de edad. No. de aves en la granja:  59.058. No. de enfermos: 12.750. No. de muertos: 100 (Los huesos corresponden a dos de las aves que se muestran en la imagen No. 1). Obsérvese que las epífisis proximales del tibiotasro que se encuentran encerradas en un círculo rojo, estan rotadas con respecto a la posición nomal  del hueso de la extremidad correspondiente.

“A diferencia de valgus o varus, la mayor frecuencia de esta lesión se presenta a las tres semanas de edad y sin predisposición de sexo. Puede ser bilateral o unilateral y generalmente, el miembro afectado está extendido, Si es bilateral el ave adopta posición denominada "bailarina". Se desconoce la etiología pero esta enfermedad ha sido asociada al síndrome de malabsorción y a raquitismo a edad temprana”.

Cuál es su concepto?

jueves, 19 de julio de 2012

Mycoplasma gallisepticum: aerosaculitis



Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango; protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.; Luis Buitrago M., M.V.Z.; Juan Sebastian Alvear A., M.V.Z.


La mycoplasmosis aviar puede ser producida por diversas especies de Mycoplasma (Un microorganismo de la clase Mollicutes, orden Mycoplasmatales, familia Mycoplasmataceae) el cual incluye las especies gallisepticum, synoviae, meleagridis e iowae.

De acuerdo con los estudiosos del tema Mycoplasma gallisepticum es el agente patógeno del grupo de los Mycoplasmas más importante en las aves de domésticas.

Mycoplasma gallisepticum es el agente  etiológico de la enfermedad conocida comúnmente como  mycoplasmosis. El tema  no es tan sencillo de abordar, porque al igual que  sucede con la mayoría de enfermedades  que comprometen el sistema respiratorio  de las aves, nunca están solas; la mayoría de veces las manifestaciones clínicas, las lesiones macro y microscópicas son el resultado de una convergencia de varios agentes etiológicos.

Estamos acostumbrados a que en la mayoría de los casos en que observamos lesiones  que consideramos son producidas por el Mycoplasma gallisepticum, generalmente aislamos Escherichia coli como agente secundario o complicante de los cuadros clinicopatológicos; otros agentes comunmente aislados en estos casos son Avibacterium paragallinarum (En infecciones de los senos infraorbitarios) y Gallibacterium anatis.

Mycoplasma gallisepticum  se reporta usualmente como comprometido en la enfermedad respiratoria crónica, produciendo trastornos a nivel respiratorio tales como traqueítis, sinusitis, inflamación de sacos aéreos y pulmones.


Imagen No. 1. Izquierda y centro: gallina de 22 semanas la cual presenta inflamación  de senos infraorbitarios;  convencionalmente los casos de inflamación de senos infraorbitarios se asocian a infecciones con Avibacterium paragallinarum y se omite investigar infección con Mycoplasma gallisepticum. Derecha:  pollo de engordde de 17 días de edad el cual presenta síndrome de  "cabeza hinchada";   los casos de cabeza hinchada generalmente cursan con sinusitis; en estos casos igualmente debería investigarse infección con Mycoplasma; No sabemos hasta donde el Mycoplasma está comprometido en estos casos.

Imagen No. 2. Las dos fotografías que componen la imagen corresponde a la gallina que se muestra en las fotografías (Izquierda y centro) de la imagen anterior (No.1). Izquierda:  inflamación aguda catarral de senos infraorbitarios y de cornetes nasales. Derecha: sección longitudinal de tráquea en la cual se observa abundante moco (Traqueitis catarral). Las inflamaciones que se observan en las dos fotografías, orientan en el diagnóstico de necropsia pero no son definitivas ya que se pueden observan en varias  infecciones.

Los doctores Sharob Levisonh y colaboradores publicaron en 1986 un artículo en la revista Avian Pathology (Vol. 15, No. 2, 1986, pag.  233 – 246) según el cual hicieron pruebas in vivo e in vitro para evaluar la patogenicidad de  varias cepas de Mycoplasma gallisepticum 
(R, F, S-6, 227 y A5969) las cepas de Mycoplasma gallisepticum difirieron marcadamente
en su patogenicidad para el pollo. Sabemos cuál cepa está actuando en nuestro medio?, probablemente no.


La diferenciación que se hace en algunos artículos entre enfermedad respiratoria crónica y síndrome de los sacos aéreos en el sentido de que el primero es una infección con Mycoplasma gallisepticum y el segundo es una infección con Mycoplasma gallisepticum con una infección adicional con Escherichia coli,  creo que no es cierto. 

De hecho el límite entre una infección pura con Mycoplasma y una infección con Mycoplasma asociado a otras bacterias es muy sutil y difícil de encontrar en condiciones de campo. Cuando se examina las aves  para casos de infecciones respiratorias, la mayoría de veces  se encuentran casos “complicados”, lo que  en  otro tiempo se llamaron  “Mycoplasmosis complicadas”; aunque antiguo, creo que el término es válido.

Imagen No. 3. Izquierda: sacos aéreos de polla de levante de 13 semanas de edad; son de aspecto translúcido normal. Centro:  sacos aéreos de pollo de engorde de 21 días de edad; presenta material de aspecto espumoso; esta lesión se cataloga como aerosaculitis y convencionalmente se atribuye a infección con Mycoplasma,  pero no se hacen pruebas complementarias, en los cultivos microbiológicos generalmente no crecen bacterias o crece Escherichia coli. Derecha:  sacos aéreos de  pollita de 5 semanas de edad, de un grupo de cinco aves remitidas para examenes por presentar síntomas respiratorios; es una lesión más avanzada que la que se muestra en la fotografía del centro; aunque se asocia a infección con Mycoplasma, no se realizan pruebas complementarias; generalmente se cultiva  y crece Escherichia coli, bacteria sobre la cual se hace el tratamiento.

El término falsas respiratorias, bien usado en algunas escuelas  y cátedras de patología, hace  relación a la etiología de fondo, generalmente de tipo viral que puede existir cuando se observan aves con síntomas  y lesiones de tipo respiratorio.  Estas infecciones de tipo viral como el caso de la bronquitis infecciosa y  la enfermedad de Newcastle,  se complican con enfermedades bacteriales.

Imagen No. 4. Inflamación de sacos aéreos de  pollos de engorde de tres edades diferentes edades (Izquierda: 33 días; centro: 41 días; derecha: 28 días) los cuales se remitieron al laboratorio para investigar la sintomatología de tipo respiratorio que presentaban. El aspecto espumoso de las aerosaculitis como las que se  observan en las tres fotografías, convencionalmente se asume que son producidas por infección con Mycoplasma, pero usualmente no se hacen pruebas complementarias; en los cultivos microbiológicos generalmente no se incluye cultivo para Mycoplasma; generalmente crece Escherichia coli.

En Colombia, cuando las campañas tendientes a determinar el estatus de  enfermedades como el Newcastle y la influenza aviar en las cuales  participé cuando era funcionario del Instituto Colombiano Agropecuario ICA en el área del Valle del Cauca, prácticamente todo caso de enfermedad respiratoria era considerado potencialmente sospechoso de  una de estas dos entidades. Desde luego la práctica ha demostrado que la enfermedad de Newcastle puede estar sobredimensionada por esta razón.

Los siguientes son factores que contribuyen a determinar la expansión de la infección con Mycoplasma en un ave y en un lote de aves:

  • Cuando en la respuesta a  la infección con Mycoplasma gallisepticum están implicados virus vacunales por ejemplo contra la enfermedad de Newcastle o la bronquitis infecciosa, el cuadro es todavía más severo.
  • En el desarrollo de la severidad de la enfermedad y de sus manifestaciones clínicas están igualmente involucrados: el estrés que involucra un rápido crecimiento, la alta densidad y la pobre calidad del aire; esto es más grave cuando la calidad del pollito que llega a una granja es mala.
  • En ponedoras comerciales y reproductoras, el estrés está representado por el pico de postura, las infecciones con otros agentes como la coriza infecciosa, las recirculaciones virales y las reacciones postvacunales ante vacunas a virus vivo.

Algunos autores consideran la infección con Mycoplasma gallisepticum  la  más importante, desde el punto de vista económico, en la producción avícola. Las infecciones por este agente pueden causar pérdidas económicas importantes en las granjas avícolas por una enfermedad respiratoria crónica, que afecta la conversión alimentaria, produce una disminución del crecimiento y descenso de la producción de huevos. Las aves enviadas a sacrificio afectadas por este agente, también pueden clasificarse dentro de una categoría inferior.

Imagen No. 5. Las aerosaculitis como la que se muestra en la imagen de la izquierda (Pollas de levante de 13 semanas de edad), generalmente evolucionan hacia estados más severos si las aves no son tratadas adecuadamente. Las fotografías del centro (Pollo de engorde de 49 días de edad) y la de la derecha (Pollo de engorde de  24 días de edad), muestran inflamaciones de tipo crónico de aspecto fibrinopurulento o caseoso   de los sacos aéreos. 


Por considerarlo de interés al tratar el tema, cito los  apartes  de diagnóstico y epidemiología de las infecciones con Mycoplasma que presenté en el artículo anterior sobre la infección con Mycoplasma synoviae; los ítems  son válidos para las dos infecciones:

Las siguientes son anotaciones epidemiológicas hechas por la doctora Naola Ferguson-Noel  Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia en la Conferencia “Control de Mycoplasmas”  en el mismo XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:
  • Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae se transmiten en forma vertical y/o horizontal. La transmisión se hace por contacto directo e indirecto con las aves afectadas. Los reservorios primarios son los pollos y los pavos; otras especies aviares parecen ser poco importantes en este sentido.
  • La mayoría de los casos de mycoplasmosis ocurren por fallas en la bioseguridad. 
  • Estos microorganismos pueden sobrevivir por cortos períodos de tiempo en el polvo, las heces, plumas y/o equipos. 
  • Las aves silvestres han sido implicadas como transmisores.
  • Se ha comprobado la transmisión en aerosoles cuando las distancias son cortas.
  • La eliminación por huevo es impredecible. Los lotes infectados pueden considerarse potenciales transmisores de la enfermedad a la progenie
Las aves de corral infectadas por medios experimentales desarrollan los síntomas después de 6 a 21 días. En infecciones naturales, el período de incubación es variable; las aves infectadas pueden ser asintomáticas durante varios días o meses hasta que sufren estrés.

Los siguientes son ítems en relación con el diagnóstico, presentados por el Dr. Stanley H. Kleven del Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia, en su conferencia “Mycoplasmas; diagnostico y monitoreo” en el XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:
  • Las infecciones con Mycoplasmas suelen presentarse en forma subclínica o los signos clínicos pueden ser similares a otras enfermedades, por lo tanto los análisis de laboratorio son necesarios para detectar la infección o confirmar el diagnóstico. 
  • Actualmente se dispone de tres tipos de pruebas para el diagnóstico de  mycoplasmosis (Producidas por Mycoplasma gallisepticum, Mycoplasma synoviae y Mycoplasma meleagridis): serología (Aglutinación rápida en placa. HI, ELISA); cultivo microbiológico y PCR.
  • La prueba de oro para el diagnóstico de mycoplasmosis es el cultivo microbiológico, pero estos microorgnanismos son de crecimiento lento (2, 3 semanas o más) y son exigentes en medios de enriquecimiento.
  • Generalmente el cultivo se le deja a laboratorios especializados.
  • Uno de los inconvenientes del cultivo se debe a que  hay Mycoplasmas comensales que crecen junto con los patógenos e invaden los cultivos.
  • Las pruebas de PCR no deben tomarse  como definitivas debido a la probabilidad de  falsos positivos por contaminación de los laboratorios con ADN mycoplasmico. Se requiere que coincidan los signos con la prueba diagnóstica.
Las evaluaciones histopatológicas de los órganos que suelen resultar afectados por infecciones con Mycoplasma gallisepticum no son concluyentes, entre otras razones porque no es fácil encontrar en  condiciones de campo, una infección pura con Mycoplasma gallisepticum. En el caso de la tráquea que es el órgano más explorado en busca de lesiones en caso de enfermedad  respiratoria, las lesiones  no son concluyentes respecto de las infecciones con Mycoplasma.



Imagen No. 6.  Traqueitis no purulenta (Principalmente de tipo linfocítico), gallina de 34 semanas de edad,  de un grupo de cinco aves remitidas para exámenes de laboratorio por presentar sintomas respiratorios (Disnea inspiratoria y estertores traqueales y bronquiales). En las aves del lote afectado, los sintomas no cedían ante los tratamientos antibacteriales empleados. Las imágenes histopatológicas en las que se observa inflamación  linfocítica con formación de folículos o  nodulos linfoides , son altamente compatibles con infección con Mycoplasma; la lesión no es patognomónica, por lo tanto no es específica y debe recurrirse a pruebas complementarias de laboratorio para investigar infección con Mycoplasma. (Hematoxilina-Eosina, 10 y 40X respectivamente).

Las lesiones histopatológicas descritas en los libros y manuales de histopatología aviar, incluyen: un estado inflamatorio  de tipo mononuclear compuesto por  linfocitos, macrófagos y células plasmáticas en la lámina propia de la mucosa de senos infraorbitarios, tráquea, laringe y bronquios. Se describe igualmente la formación de folículos linfoides en la lámina propia de  la mucosa y en la submucosa de estos órganos. La presencia de heterófilos como parte del componente inflamatorio al igual que la exfoliación epitelial descritas, creo que se deben más bien a la presencia de coinfecciones con bacterias y/o agentes virales según el caso.

Las lesiones de infección con Mycoplasma gallisepticum en aves comerciales inducen la siguiente serie de eventos, los cuales entre otras cosas, facilitan las infecciones con otros agentes  patógenos, en los órganos del aparato respiratorio:

  • Colonización de la mucosa respiratoria.
  • Adeherencia a cilias y membranas de epitelios
  • Ciliostasis
  • Exfoliación de células ciliadas.
  • Alteración de la sustancia surfactante.
  • Reacción inflamatoria.
Las infecciones con Mycoplasma gallisepticum varían en cuanto a sintomatología y lesiones macro y microscópicas, dependiendo del tiempo de evolución y de la presencia  y acción de  otros agentes  patógenos. De esta forma, varían desde asintomáticas, hasta  graves o muy graves.

Las aves  que hemos examinado en nuestro grupo de trabajo en las cuales  se han encontrado lesiones compatibles con infección con Mycoplasma gallisepticum, solo o en combinación con otros agentes, han presentado disnea inspiratoria, “gorgoreos” (estertores traqueales o bronquiales), algunos casos  incluyen inflamación de senos infraorbitarios,  inflamación del tejido  subcutáneo facial/ craneal  (Por eso en estos casos se incluyen dentro del “síndrome de cabeza hinchada”).

Las lesiones internas incluyen desde  inflamación  catarral de los senos infraorbitarios, traqueítis catarral,  una gama de lesiones en sacos aéreos que va de  la simple presencia de espuma en los mismos hasta  inflamaciones fibrinopurulentas y en los casos crónicos, verdaderos  tapones de material caseoso de varios tamaños, los cuales  algunos Médicos Veterinarios que realizan necropsias de aves comerciales, los reportan como granulomas micóticos; no lo son. Los casos más extensos suelen presentar inflamación de  serosas de  la cavidad toracoabdominal (Incluyendo el epicardio y el pericardio, la pleura, los  sacos aéreos y el peritoneo en general).

Imagen No. 7. Ploserositis fibrinopurulenta y caseosa en aves de diferentes edades (Izquierda:  gallina de 19 semanas; centro:  pollo de engorde de 28 días;  derecha:  pollo de engorde de 21 días). En los tres casos, las aves fueron remitidas por presentar síntomas respiratorios severos. Estos cuadros clínicos que se asume que son infecciones con Escherichia coli, muy probablemente fueron en sus estadios iniciales, aerosaculitis de aspecto espumoso o infecciones com Mycoplasma las cuales no fueron tratadas adecuadamente.


De hecho, la forma leve o la grave de los síntomas dependen del estado inflamatorio de las vías respiratorias y de las membranas serosas. Igualmente, las pérdidas por mortalidad están asociadas al  estado  de evolución de la infección (o de las  infecciones adicionales presentes).

En las aves de comerciales, el diagnóstico diferencial  incluye enfermedades respiratorias tales como bronquitis infecciosa, enfermedad de Newcastle y gripe aviar (esta última es exótica en Colombia). También se deben descartar las infecciones por Haemophilus paragallinarumPasteurella multocida, Mycoplasma synoviae e infecciones con metapneumovirus.

Como se ha mencionado antes,  en la práctica no se encuentra un infección simple  con Mycoplasma gallisepticum. Muchas infecciones con agentes patógenos además del Mycoplasma gallisepticum, se encuentran como  responsables del “Complejo respiratorio aviar”, estudiado solo en algunas  ocasiones en  Colombia, bajo las directrices del Instituto Colombiano Agropecuario ICA y la colaboración de laboratorios de Facultades de Medicina Veterinaria de otros países (Sobretodo de los Estados Unidos, específicamente de la Universidad de Georgia y últimamente con una universidad del Reino Unido), gracias a lo cual se han detectado entre otras cosas, las cepas actuantes del virus de la bronquitis  infecciosa aviar en Colombia


Revisando la información disponible sobre infecciones con Mycoplasma gallisepticum, encontré un trabajo reciente (Marzo de 2011) realizado por el Instituto Colombiano Agropecuario ICA,  la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la Federación Nacional de Avicultores FENAVI y el Fondo Nacional para la Avicultura FONAV. El trabajo se titula: "Colombia: investigación para determinar la circulación de Mycoplasma gallisepticum".


 Tras realizar la investigación en el 60% del total de las granjas ubicadas en el departamento de Antioquia, buscando analizar la presencia de la bacteria que produce esta enfermedad en pollos de engorde y en gallinas, se encontró que:
  • En ninguna de las granjas muestreadas para pollo de engorde había presencia de ADN para Mycoplasma, o sea que las enfermedades respiratorias que se están presentando en pollo de engorde (en la zona) pueden ser cualquier otra, menos debida a mycoplasmosis, concluye el estudio.
  • En cuanto a gallinas ponedoras, el panorama fue distinto: el 17% de este sistema de producción, que fueron 54 granjas, tenía presencia de ADN para Mycoplasma.
Los resultados de este estudio en pollo de engorde son sorprendentes, sobretodo por la alta frecuencia con que se encuentran afecciones de los sacos  aéreos en pollo de engorde, los cuales son atribuidos a  infecciones con Mycoplasma.

Quienes estén interesados en acceder al artículo lo pueden hacer en el siguiente enlace:


Una de las revisiones más completas sobre  mycoplasmosis aviar  se puede encontrar en internet y está hecha  por The Center for Food Security and Public Health Iowa State University, el Institute for International Cooperation in Animal Biologics an OIE Colaborating Center y a la cual se puede acceder mediante el siguiente enlace:


Creo que las infecciones con Mycoplasma gallisepticum están siendo olvidadas en los monitoreos serológicos al igual que en los estudios microbiológicos.

Considero igualmente que más laboratorios deberían estar trabajando en el aislamiento de Mycoplasma gallisepticum, debido a que esta es la prueba de oro en el diagnóstico, sin importan los agentes infecciosos concomitantes en los casos de  infecciones respiratorias complicadas y sin importar  que estén disponibles técnicas tan sofisticadas y tan sensibles como la técnica de PCR, de la cual siempre he creído que no se está haciendo buen uso como herramienta diagnóstica.

Cuál es su concepto?

lunes, 16 de julio de 2012

Mycoplasma synoviae: artritis

Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes:  Bernardo Mejía Arango; protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe tener  autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc.; Luis Abel Buitrago M., M.V.Z.; Juan Sebastian Alvear A., M.V.Z.

Mycoplasma  synoviae  al igual que Mycoplasma gallisepticum son dos patógenos de las aves. Aunque Mycoplasma synoviae es causante de inflamaciones articulares, igualmente está implicado en la presentación de cuadros clínicos respiratorios junto con el Mycoplasma gallisepticum.
Imagen No. 1. Inflamación articular tibiotarso. Pollos de engorde de 46 días de edad provenientes de un lote de 42.800 aves de las cuales se reportan  21.012 enfermos en el protocolo de envío de muestras; se reportan igualmente 1.050 aves muertas. En el protocolo de envío de muestras se citan los siguientes síntomas: "Los animales se postran y  dejan de comer y de beber".
Imagen No. 2. Las fotografías que componen la imagen corresponden a las aves que se muestran en la imagen anterior (No.1). Se observa inflamación de la articulación del tibiotarso con presencia de exudado subcutáneo y material purulento procedente de los espacios articulares. En los cultivos bacteriológicos  de material procedente de los espacios articulares (efectuados en agar sangre y agar MacConkey) no crecieron bacterias. En los casos de artritis con cultivos microbiológicos negativos para Staphylococcus y/o Escherichia coli, se deben efectuar pruebas complementarias para detectar infección con Mycoplasma gallisepticum.
Las bacterias del género Mycoplasma, son bacterias Gram negativas que  se caracterizan por carecer de pared celular. Existen más de cien especies reconocidas del género Mycoplasma. Carecer de pared celular les confiere alguna ventajas como por ejemplo la insensibilidad a ciertos  antibióticos entre ellos los betalactámicos (básicamente cualquier agente antibiótico que contenga un anillo β-lactámico en su estructura molecular, incluyen: penicilina, cefalosporinas, monobactams, carbacefem, carbapenems) cuyas propiedades precisamente consisten en bloquear la síntesis de pared celular, es decir no tiene sustrato  sobre el cual actuar en el caso de los Mycoplasmas.

Los Mycoplasmas se consideran “parásitos” ya que debido a su genoma pequeño tienen una capacidad de síntesis reducida, lo cual explica que dependan de un hospedador.

Durante los muchos años de desarrollo evolutivo, Mycoplasma synoviae ha perdido todos los genes necesarios para la síntesis de aminoácidos y cofactores así como la síntesis de la pared celular y el metabolismo de los lípidos.  Asimismo, no tienen un ciclo de la urea. 

Como resultado, los substratos y cofactores necesarios deben ser tomadas desde el hospedero o del cultivo artificial,  por ejemplo el  dinucleótido de nicotinamida adenina (NAD) y algunos aminoácidos. También ha perdido muchos genes necesarios para otros procesos celulares, tales como la transducción de señales, factores de transcripción, genes reguladores, y la división celular. También carecen de los genes que codifican para los componentes del metabolismo energético por lo que depende principalmente de la glicólisis con el fin de producir ATP. 

Por la disfunción orgánica que produce una infección con Mycoplasma synoviae al afectar algunas de las articulaciones y por el cuadro clínico de esta infección, se incluye dentro del grupo de las “cojeras”.

De acuerdo con lo expuesto por el doctor Isaac Bittar en su conferencia “Cojeras y problemas musculoesqueléticos” presentada en el XII Seminario Internacional de Patología y  Producción Aviar efectuada en la Universidad de Georgia en 2010, los cuadros de artritis y tenosinovitis son problemas puntuales que aumentan y disminuyen.

Cuando su incidencia aumenta, según el doctor Bittar, se elevan las cojeras hasta un 5 o 6%. En general están asociados a procesos traumáticos o enfermedades como colibacilosis y problemas respiratorios. En lotes considerados normales, alrededor del 10% de las aves caídas son  diagnosticadas con artritis.
Imagen No. 3. Pollas de  levante de 5 semanas de edad, procedentes de un lote de  35.566 aves. El protocolo de remisión de las aves para exámenes de laboratorio, indica que enfermaron 91 animales y que no habían muerto aves hasta el momento. El Médico Veterinario remitente informa lo siguiente: "bajo consumo de alimento, pérdida de condición corporal, plumas erizadas, inflamación tibio-tarsiana". Fueron remitidas  cinco aves para exámenes de laboratorio, las cuales mostraban postración (Fotografía de la izquierda) e inflamación bilateral de la articulación del tibiotarso (Fotografía de la derecha).
Imagen No. 4. Pollas de levante de 5 semanas de edad. Las tres fotografías en secuencia que componen la imagen, corresponden a una de las aves que se muestran en la imagen No. 3. Además de inflamación articular en tibiotarso, se observó inflamación de la articulación femoro-tibiotarsiana; el líquido sinovial  estaba ligeramente turbio. No crecieron bacterias en cultivos efectuados en agar sangre y agar MacConkey. La serología mediante la técnica ELISA  mostró niveles altos de anticuerpos para Mycoplasma synoviae.

En Colombia, específicamente la experiencia del grupo de trabajo al cual pertenece el responsable de este artículo, y en nuestra área de  influencia, los casos de artritis en general incluyendo los casos que permitan implicar a Mycoplasma synoviae como agente etiológico, son poco frecuentes, por no decir que muy escasos. Los cuadros clínicos respiratorios en cambio son bastante frecuentes y no sabemos cuántos de los casos de enfermedad respiratoria corresponden a los agentes Mycoplasma gallisepticum y/o Mycoplasma synoviae.


Las siguientes son anotaciones epidemiológicas hechas por la doctora Naola Ferguson-Noel  Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia en la Conferencia “Control de Mycoplasmas”  en el mismo XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:

  • Mycoplasma  gallisepticum y Mycoplasma synoviae se transmiten en forma vertical y/o horizontal. La transmisión horizontal se hace por contacto directo e indirecto con las aves afectadas.
  • Los reservorios  biológicos  primarios son los pollos y los pavos; otras especies aviares parecen ser poco importantes en este sentido.
  • La mayoría de los casos de micoplasmosis ocurren por fallas en la bioseguridad.
  • Estos microorganismos pueden sobrevivir  por cortos periodos en el polvo, heces, plumas y/o equipos.
  • Las aves silvestres han sido implicadas como transmisores mecánicos. Se ha comprobado la transmisión en aerosoles por distancias cortas.
  • La eliminación por el huevo es impredecible. Los lotes infectados pueden considerarse potenciales transmisores de la enfermedad  a la progenie.
Los siguientes son ítems en relación con el diagnóstico, presentados por el Dr. Stanley H. Kleven del Poultry Diagnostic and Research Center, College of Veterinary Medicine, University of Georgia, en su conferencia “Mycoplasmas; diagnostico y monitoreo” en el XII Seminario Internacional de Patología y producción aviar, Athens, Georgia, 2010:

  • Las infecciones con Mycoplasmas suelen presentarse en forma subclínica o los  signos clínicos pueden ser similares a otras enfermedades, por lo tanto los análisis de laboratorio son necesarios para detectar la infección o confirmar el diagnóstico.
  • Actualmente se dispone de tres tipos de pruebas para el diagnóstico de micoplasmosis (M. gallispticum, M. synoviae; M. meleagridis): serología (Aglutinación rápida en placa, HI, ELISA), cultivo microbiológico y PCR.
  • La prueba de oro para el diagnóstico de micoplasmosis es el cultivo microbiológico pero estos microorganismos son de crecimiento lento (2, 3 semanas o más) y son exigentes en medios con enriquecimiento.
  • Generalmente el cultivo se le deja a laboratorios especializados.
  • Uno de los inconvenientes del cultivo  se debe a que hay Mycoplasmas comensales que crecen junto con los patógenos e invaden los cultivos.
  • La pruebas de PCR no deben tomarse como definitivas debido a la probabilidad de falsos positivos por contaminación de los laboratorios con ADN mycoplasmico. Se requiere que coincidan con  signos clínicos u otra prueba  diagnóstica.
Las evaluaciones histopatológicas de los tejidos articulares, la mayoría de los casos de artritis en los que se sospecha infección con Mycoplasma no son concluyentes. Los libros especializados en el diagnóstico histopatológico describen algunas diferencias morfológicas causadas por patógenos como la artritis viral,  las infecciones bacteriales como por ejemplo las estafilococosis y las infecciones producidas por Mycoplasma sinoviae a nivel articular.


Imagen No. 5. Se observa el aspecto normal de las superficies sinoviales y de los espacios articulares. Articulación del tibiotarso.


Las lesiones histopatológicas enlos tejidos articulares en los casos de infección con Mycoplasma synoviae incluyen:

  • Exudado heterofílico y fibrina en espacios sinoviales y alrededor  de las vainas tendinosas.
  • Proliferación de células sinoviales.
  • "Procesos vellosos" a partir de las supeficies sinoviales.
  • Infiltrado del tejido subyacente a la sinovia por células mononucleares (Linfocitos 



Imagen No. 6. Mycoplasma synoviae. Artritis. Pollas de levante de 5 semanas de edad. Tejidos articulares provenientes de las articulaciones que semuestran en la imagen No. 4. Se puede observan a la izquierda, el cartílago articular y en las porciones media y derecha de la fotografía, la inflamación no purulenta (Por células mononucleares) de las membranas sinoviales, con engrosamiento de las mismas y formación de prolongaciones o "vellosidades"; el epitelio sinovial está hiperplásico. (Hematoxilina-Eosina, 40X).
Imagen No. 7. Mycoplasma synoviae. Artritis. Pollas de levante de 5 semanas de edad. Corte histológico de tejidos de las articulación que se muestra en la imagen No. 4. Se observa hiperplasia del epitelio, formación de "vellosidades" en las membranas sinoviales, aumento del tejido conectivo e inflamación no purulenta (Por células mononucleares) (Hematoxilina-Eosina, 100X).
Por la morfología, unas y otras infecciones no son fáciles de delimitar porque por lo que he observado las infecciones por Mycoplasma sinoviae  casi nunca se presentan exclusivamente por la bacteria, siempre o casi siempre hay coinfecciones.

Particularmente  Mycoplasma synoviae es responsable de causar enfermedad del tracto respiratorio y sinovitis en pollos y pavos, aunque otras especies aviares son susceptibles. En las aves comerciales, las infecciones con Mycoplasma synoviae producen infecciones importantes en la industria avícola, aunque como mencioné antes, en nuestra área de trabajo las artritis que permitan suponer infección con Mycoplasma sinoviae no son muy frecuentes.


De acuerdo con lo reportado por los estudiosos del tema, la infección se produce principalmente a través de la unión de las bacterias a la célula huésped por medio de proteínas de superficie especializadas y adhesinas que resulta en la persistencia intracelular prolongada que pueden causar letalidad si se combina con  una infección de  etiología viral.

Aún la combinación entre Mycoplasmas y bacterias como  Escherichia coli suelen terminar en cuadros bastante complicados, con partícipes difíciles de identificar y de acción “soterrada”  como las micotoxinas.

Estas combinaciones de enfermedad  viral (y/o  bacterial) respiratoria con infección con  Mycoplasma, las hemos conocido como falsas respiratorias; se asume que netamente  el cuadro es viral primario con infecciones secundarias por  bacterias entre las que se encuentran los Mycoplasmas. Se conocen afirmaciones que dicen que Mycoplasma synoviae no causa enfermedad mortal por sí solo.

Los Mycoplasmas contribuyen además a desestabilizar del sistema inmunitario para que las infecciones secundarias, como bronquitis infecciosa o la enfermedad de Newcastle conduzcan al desarrollo de los síndromes respiratorios con graves consecuencias y lesiones respiratorias. En otras palabras, la acción de Mycoplasma synoviae como un agente iniciador de afectar al sistema inmune para que un virus pueda entrar a actuar con manifestaciones y lesiones más dramáticas. Este concepto de  agente inmunodepresor es poco tenido en cuenta, no se le da la importancia que merece.

La infección parece estar distribuida  en todo el mundo, a pesar de que sólo es frecuente en pollos y pavos. En otros tipos de aves se puede encontrar en condiciones experimentales.

Específicamente, los síntomas de infección con Mycoplasma synoviae incluyen hinchazón articular, palidez, plumas erizadas, inapetencia.  Síntomas más raros incluyen diarrea, emaciación y anemia aguda. También es muy probable que no haya síntomas identificables en absoluto, en cuyo caso el único modo posible para detectar el patógeno es a través del cultivo de una muestra de sangre, lo cual no es frecuente por no decir que no se hace en la práctica. 
Imagen No. 8. Pollos de engorde de 37 días de edad; el protocolo de remisión de muestras dice: "Se presenta postración a partir del día 35, repetitivamente en la granja; se encuentran afectados los machos independientemente del galpón (caseta). No. de aves en el lote: 42.840; no de aves enfermas: 21.420; No. de aves muertas:  2.185. 
Imagen No. 9. Pollo de engorde de 37 días de edad. Las fotografías en secuencia que componen la imagen, corresponden a una de las aves de la imagen No. 8. Al incidir los espacios articulares, sale líquido sinovial  turbio. Se hicieron cultivos microbiológicos; en agar  sangre creció Staphylococcus aureus. No obstante este aislamiento, el caso sigue siendo sospechoso de infección con Mycoplasma synoviae; se deben efectuar pruebas complementarias.

Imagen No. 10  Detalle de las fotografías de la imagen anterior (No. 9).

La mortalidad en los casos de infección con Mycoplasma synoviae es baja a menos que haya una infección concomitante con virus u otras bacterias, en cuyo caso la recuperación puede ser imposible. 


Una diferencia importante entre las infecciones con  Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae, es el tropismo por  sacos aéreos y órganos de la cavidad toracoabdominal (miocardio, el hígado y el bazo) del primero, mientras que el segundo (M. synoviae) tiene tropismo por articulaciones; la artritis,  rara vez ocurre en Mycoplasma gallisepticum.

En todo caso e independientemente de la artritis, la infección subclínica del tracto respiratorio parece permanecer como la forma más común de infección. Lo que sucede es que no la estamos buscando y diagnosticando con la intensidad y en la forma como se debe proceder.



Cuál es su concepto? 

jueves, 5 de julio de 2012

Mal emplume. Parte II: necrosis folicular dorsal.


Por: Bernardo Mejía Arango.  M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango  M.V.Z.  M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción requiere autorización previa.

Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc.  Luis Abel Buitrago M., M.V.Z. Juan Sebastian Alvear A., M.V.Z.

Imagen No. 1 Mal emplume. Pollos de engorde de  3 semanas de edad, enviados para examen de necropsia por presentar retraso ("coleo"), síndrome de cabeza hinchada incluyendo blefaroconjuntivitis. En el protocolo de remisión de muestras al laboratorio no se describe el estado de mal emplume, el cual es evidente en  la serie de fotografías  que componen la imagen. Con frecuencia, estos estados de mal emplume (No tan dramáticos)  pasan desapercibidos y la mayoría de veces no se reportan como hallazgo de necropsia y menos se investiga su etiología.

En las aves comerciales, el  crecimiento de la pluma empieza alrededor del día 5 de incubación, mientras que la queratinización se completa 2 ó 3 días antes del nacimiento.

Las plumas no crecen al azar por la superficie de la piel, sino que lo hacen en distintas localizaciones que cubren como máximo un 75% del total corporal. El  pollo de engorde tiene unos 50 gramos de plumas a la edad de sacrificio, aunque a esa edad algunas plumas ya se habrán perdido debido a las mudas secuenciales.

Si revisamos le edad a la cual se comercializa el pollo de engorde hoy en día, nos damos cuenta  de que cada vez se reduce la edad en que el pollo sale al mercado. De ahí que es importante la madurez y el buen estado del emplume, importante en la protección de la piel y del tejido subcutáneo.

En el caso de los pollos de engorde, la preocupación radica en conseguir un grado de emplume suficiente para la protección, mientras que en la ponedora se trata de obtener el nivel suficiente para optimizar la eficiencia alimentaria.

La expresión “Mal  emplume”,  definitivamente deja mucho a la imaginación. Mal emplume comprende varios estados, siendo conveniente definir cada uno de ellos, debido a la etiología múltiple.

Debido a la multiplicidad de la etiología de los procesos implicados en el mal emplume, es difícil, por no decir que imposible llegar a un diagnóstico etiológico.

En la medida que se identifique el cuadro clínico, será más fácil tomar las medidas preventivas y correctivas, y se evitará caer en el error de enmarcarlas dentro de un concepto tan general como "problemas de emplume".

El síndrome de mal emplume se encuentra en el grupo de enfermedades de etiología multifactorial, se encuentran además en este grupo la enfermedad respiratoria crónica complicada y el síndrome de transito rápido.

La nutrición puede afectar a la tasa de emplume así como a la estructura de la pluma, a su color y a la muda. El mal emplume, como síndrome que es, es multifactorial y los estudiosos del tema mencionan estados deficitarios como los principales causantes del mal emplume, entre los que se encuentran los siguientes, citados por  diversos autores:

Deficiencia de ácido pantoténico
Deficiencia de ácido fólico
Deficiencia de vitamina B12
Deficiencia de vitamina E
Deficiencia de piridoxina
Deficiencia de biotina
Deficiencia de  metionina
Deficiencia de cisteína

Cuando se trató en este blog el tema enteritis quística, se mencionó el síndrome del pollo en helicóptero, nombre dado por la posición de las plumas, principalmente las de las alas, las cuales simulan las hélices de un helicóptero.

Es bueno anotar que el mal emplume, cuando se menciona dentro de lo que se observa en pollos afectados de enfermedades infecciosas como las causadas por ciertos virus,  bacterias y por Mycoplasmas, estos agentes pueden infectar el folículo de la pluma lo cual repercutirá en el desarrollo de la misma; primero como consecuencia del agente infectante mismo y segundo como consecuencia en la reducción del consumo de alimento causado por  la inapetencia y el malestar que padecen las aves enfermas.

Los deficiencias vitamínicas y de ciertos minerales los cuales se producen cuando no se suministra una alimentación mal  balanceada, también inducen anormalidades  en la pluma.

Muchos de los artículos de enfermedades infecciosas, por deficiencias nutricionales y las causadas por algunos agentes tóxicos, incluyen dentro de los  síntomas el “mal emplume” para dar a entender que hay un pobre desarrollo o mala conformación de las plumas  en las aves afectadas, pero no son específicos en aclarar que características tiene el  mal emplume a que se hace mención en cada artículo o enfermedad en particular.

El mal emplume tiene, de acuerdo con los investigadores, varios componentes:

1.- Lento desarrollo de la pluma.
2.- Alteración en la conformación de las plumas de contorno.
3.- Síndrome de necrosis folicular dorsal.
4.- Exceso de acicalamiento.
5.- Picaje y canibalismo.

Los dos más dramáticos  componentes  del mal emplume son: 1) la alteración de la conformación de las plumas de contorno (El cual considero es el que se presenta en el síndrome de enanismo o del pollo en helicóptero) y 2) el síndrome de la necrosis folicular dorsal, este último por lo dramático del aspecto de los pollos literalmente “calvos”.


Imagen No. 2Mal emplume.  Pollos de engorde, machos de 38 días de edad. Las aves de las fotografías  pertenecen a un lote de  41.000 aves de las cuales 18.000 (Ubicadas en dos casetas o galpones de la misma granja) presentaron problema de emplume. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Los animales presentaron depravación del apetito o  "pica" (Consumo de cama).



Visto  un poco más de fondo, el problema del mal emplume puede tener componentes hormonales. Los  doctores S. LEESON y T.WALSH del departamento de Ciencia Avícola y Animal de la Universidad de Gueph, Ontario (Canadá) publicaron un artículo (World’s Poultry Science Journal, vol. 60, march 2004, number 1) que trata de los factores que afectan el crecimiento y que influyen en la pérdida de plumas en las  aves.

De acuerdo con lo expuesto por ellos, el desarrollo de la pluma está bajo control hormonal, por la tiroxina y los estrógenos e indirectamente, por la testosterona. El medioambiente o el estado nutricional pueden afectar al emplume en la medida en que afectan a los niveles hormonales.

En el pollo de engorde, el nivel de emplume se ve influenciado por la genética, lo cual explica las razas de emplume lento y las razas de emplume rápido, principio  que  se usa en el sexaje.

Presencia de micotoxinas en la dieta, principalmente tricotecenos, pueden influir  en  presencia y/o calidad del plumaje. Estudios con intoxicaciones crónicas involucrando toxina T-2 o DAS provocaron reducción en el consumo de ración y ganancia de peso y presentaron múltiples afecciones, entre ellas el mal emplume; como dije antes, la mayoría de tratados de las enfermedades, no determinan el tipo de daño cuando hablan de “mal emplume”.

En las aves comerciales, el lamido y el picaje de las plumas son anormalidades comportamentales, aunque pueden estar inducidos por cambios en las condiciones medioambientales o por desequilibrios nutricionales en la dieta.

Muchos de los casos de los componentes del mal emplume  señalados antes, sobretodo el lento desarrollo de la pluma y las alteraciones de las plumas de contorno, cuando no tienen un alto grados de desarrollo, pasan desapercibidos en los exámenes de necropsia, porque generalmente se está en busca de lesiones en los órganos internos del animal los cuales  podrían poner en evidencia una enfermedad infecciosa; no se les da la importancia que merecen.

El síndrome de necrosis folicular  dorsal se presenta ocasionalmente en  pollos de engorde en diferentes países. En el área de influencia del grupo de trabajo al cual pertenezco, la frecuencia de presentación es baja, al menos de casos extremos. Pero  estos casos son dramáticos debido al aspecto que da la escases de plumas en las regiones dorsal y laterales del cuerpo del ave.

PRESENTACIÓN DE CASO:

Estado productivo: pollo de engorde
Edad de las aves: 38 días
No. De animales en la granja: 41.000
No. de animales del lote afectado: 18.000
No. de animales muertos en la granja: 1.044
No de animales muertos en el lote afectado: 241
Síntomas reportados en el protocolo de envío de muestras: pobre  emplume generalizado en dos galpones o casetas de 9.000 aves (Machos) cada una. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Las aves afectadas desarrollaron "pica o malacia" (Depravación del gusto, consumo de  cama, viruta  o cisco de madera).


Imagen No. 3. Mal emplume.  El ave  que se muestra en las dos fotografías en secuencia, pertenece a las aves  que se muestran en la imagen No. 2. Pollo de engorde, macho de 38 días de edad. El ave de la fotografía  pertenece a un lote de  41.000 aves de las cuales 18.000 (Ubicadas en dos casetas o galpones de la misma granja) presentaron problema de emplume. Las aves de la granja reciben el mismo alimento. Los animales desarrollaron  "pica" (Consumo de cama).


De conformidad con las observaciones macro y microscópicas,  al igual que al revisar los datos reportados en la historia de remisión o protocolo, creo que se trata de un caso de necrosis folicular dorsal. Con excepción de las fotografías contenidas en la imagen No. 1, las demás fotografías e imágenes contenidas en este artículo del blog, corresponden al caso  presentado.


Quienes describen el síndrome de necrosis folicular dorsal, son los doctores Carlos López Coello,  José Arce Menocal y Ernesto Ávila González del Departamento de Producción Animal: Aves., de las Facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México y  Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Morelia, México, en un artículo denominado “Mitos y realidades del sistema digestivo y sus implicaciones sobre la productividad” (http://www.wpsaaeca.es/aeca_imgs_docs/13_07_21_Mitos_y_realidades_del_sistema_digestivo.pdf)

Dice el artículo en mención, en relación con el síndrome de necrosis folicular dorsal (SNFD): “A partir de la segunda semana de edad, los animales muestran un marcado retraso en el desarrollo del emplume, incluso de las plumas primarias (remeras y timoneras); a la tercera semana, sobre todo en machos no ha comenzado la muda del plumón, y al empezar a nacer las primeras plumas en la región dorsal se aprecia la base de algunos cañones gangrenada, desprendiéndose con facilidad, así como necrosis del folículo, lo que impide el surgimiento de la nueva pluma.

En la cama no se observan plumas, pero tampoco en el sistema digestivo cuando se realiza la necrosis, lo que indica que no hay pterofagia.

Posteriormente las plumas que nacen en la región dorsal, generalmente presentan únicamente el raquis y ocasionalmente barbas, pero sin la formación de bárbulas y barbillas (a pesar de mantener estos animales en observación hasta los 63 días de edad, la estructura de la pluma permanece incompleta), lo que confiere al ave un aspecto denominado “puerco espín”, al quedar el área sin la protección de las plumas, la piel se torna áspera; 
Imagen No. 4: mal emplume. Las fotografías  corresponden a  un ave de las que se muestran en la imagen No. 2. Derecha: detalle de la fotografía de la izquierda:  aspecto denominado de "puerco espín", debido al desarrollo incompleto de las plumas, en términos generales no se forma el estandarte (Vano o vexilo).

Imagen No. 5. Mal emplume.  Corresponde a detalle histológico de folículo plumoso proveniente de  piel de ave de la imagen No. 4. Las dos imágenes en secuencia muestran un probable estadio inicial  en el cual  se observa desprendimiento (Necrosis y/o edema) del estrato epidérmico del folículo plumoso. (Hematoxilina-Eosina, 40X y 100X respectivamente)
Imagen No. 6.  Mal emplume. Las  fotografías que componen la imagen provienen de corte de piel del ave de la imagen No. 4.  Se muestra una secuencia de izquierda a derecha. En la imagen de la derecha se aprecian estados de necrosis  (Picnosis) de las células de la pulpa. Se asume que este es un estadio inicial del proceso de mal emplume. (Hematoxilina-Eosina, 10X, 40X y 100X respectivamente).

Imagen No. 7. Mal emplume. Folículo plumoso, corte de piel de una de las aves de la imagen No. 2.  Necrosis de la pulpa del cálamo o cañón de la pluma contenido dentro del folículo plumoso (Hematoxilina-Eosina, 10x, 40X y 100X respectivamente).
por otra parte en la zona abdominal lateral posterior debido al lento crecimiento de las plumas comúnmente se presentan laceraciones que llegan a afectar el tejido muscular ocasionadas por las uñas de otras aves, consecuentemente aumentan los decomisos y se dificulta considerablemente el procesamiento en el rastro así como la comercialización.

Imagen No. 8. Mal emplume. Las imágenes  corresponden a aves  que integran el grupo que se presenta en la imagen No. 2: laceraciones que llegan a afectar el tejido muscular ocasionadas por las uñas de otras aves.
La situación se puede complicar con picoteo entre las aves y terminar en un cuadro de canibalismo e incluso de histeria. Una vez que el SNFD está presente, no existen antecedentes de una respuesta positiva para su solución a pesar de las diferentes acciones llevadas a cabo.

Aparentemente cuando ha ocurrido el daño sobre la estructura de la pluma, no hay recuperación.

Imagen No. 9  Bolsa de Fabricio. Pollo macho de 38 días de edad (de los que se muestran en la imagen No. 2). Lesiones de  enfermedad de Gumboro:  izquierda: depleción linfoide y lesiones atróficas que pueden calificarse  entre +++ y ++++; se observa  proceso inflamatorio en espacios interfoliculares y necrosis de las áreas medulares de los folículos (Hematoxilina-Eosina, 10X). Derecha: detalle del  proceso de necrosis y acumulación de material purulento en el área medular de  uno de los folículos linfoides (Hematoxilina-Eosina, 40X). Encontrar lesiones de enfermedad de Gumboro en un caso como el que se presenta es incidental y no necesariamente implica que la enfermedad de Gumboro  esté relacionada con el mal emplume.

Imagen No. 10.  Corte de intestino de una de las aves que se muestran en la imagen No. 2.  En la secuencia fotográfica se muestra la dilatación quística múltiple de las criptas intestinales las cuales contienen material purulento; alrededor de las dilataciones quísticas, la lámina propia presenta un estado inflamatorio por células mononucleares (Hematoxilina-Eosina, 10X, 40X y 40X respectivamente). Encontrar lesiones de enteritis quística en un caso de mal emplume, si podría tener relación con una deficiencia nutricional que eventualmente podría conducir a la mala conformación y/o necrosis de los folículos plumosos y de las demás estructuras de las plumas (Mal emplume).


Con estos antecedentes se podría resumir que se trata de un problema de lento emplume, asociado con algún efecto que provoca una alteración del folículo ocasionando gangrena en la base del raquis, seguido de necrosis del folículo, lo que evita en ese lugar el nacimiento de la pluma. Las plumas provenientes de otros folículos carecen de las bárbulas y barbillas, sin que se haya podido demostrar una medida eficiente de prevención y control”.

Cuál es su concepto?