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lunes, 21 de septiembre de 2015

Fatiga de jaula. Presentación de un caso.


Por: Bernardo Mejía Arango  M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango.  M.V.Z.  M. Sc. Protegidas por derechos de autor. Su uso o reproducción requiere autorización previa.

El 10 de mayo de 2012 se publicó en este mismo blog el artículo "Fatiga o parálisis de jaulas" en el cual, además de mostrar casos específicos, se hace una revisión sobre las causas   y muchos asuntos relacionados con esta patología de las aves de postura  mantenidas en jaulas. Se puede acceder a dicho artículo utilizando el siguiente enlace:
http://patologiaaviarmidiagnostico.blogspot.com.co/2012/05/fatiga-o-paralisis-de-las-jaulas.html

En este artículo expongo un caso de fatiga o parálisis de jaula porque me llamó la atención la fragilidad extrema de los huesos largos de estas aves: el solo hecho de manipularlas para sacarlas de las jaulas o cambiarlas de "guacal" (Jaula de plástico que se usa para transportar aves), producía diferentes tipo de fracturas, principalmente en  sus huesos largos.

El caso se presentó en aves de 26 semanas de edad y el propietario de la granja las llevó personalmente al laboratorio de diagnóstico al observar que  muchas de sus aves se quedaban postradas dentro de las jaulas. El propietario de las aves no dio información sobre el número de aves, solo informó que tenían 26 semanas de edad, que la asistencia técnica se la prestaba el Médico Veterinario de la granja donde fueron criadas.

Imagen No. 1. Fatiga o parálisis de jaula: aves de 26 semanas de edad con un historial de vacunación,  sin datos poblacionales del número de aves en la granja ni de número de animales afectados. El propietario llevó aves al laboratorio de diagnóstico cuando comenzó a encontrar aves muertas en las jaulas y aves postradas imposibilitadas para pararse.

Mencionó que a las aves se les habían suministrado las siguientes vacunas (Sin especificar el tipo de vacuna): 8 días de edad: Gumboro; 10 días de edad: Newcastle + bronquitis; 22 días: nuevamente Gumboro; 26 días de edad: tercera aplicación de vacuna para enfermedad de Gumboro; 7 semanas: coriza, Pateurella, Newcastle oleosa; 10 semanas: Newcastle + bronquitis; semana 14: coriza, Pasteurella y Newcastle oleosa.

La  verdad es que el propietario de las aves tenía apuntados estos datos en un papel,  pero no tenía mayor información aparte de que él  venía encontrando aves  muertas periódicamente y que observaba aves vivas postradas dentro de las jaulas. Informa que no se hicieron necropsias en la granja.

Imagen No. 2. Fatiga o parálisis de jaulas.  Se observan en forma individual, aves traídas por el propietario de la granja para examen de necropsia, debido a que  comenzó a observar aves muertas o aves vivas postradas.

No es raro en Colombia, encontrar granjas avícolas que no tienen asistente técnico; solo recurren al Médico Veterinario cuando comienzan a observar problemas en la salud de sus  aves. Generalmente estos propietarios de aves son asistidos en sus granjas, por Médicos Veterinarios quienes trabajan en las  granjas donde se hacen los levantes (Como en este caso) o por Médicos Veterinarios quienes trabajan en los laboratorios o almacenes veterinarios que les proveen medicamentos y suplementos para sus aves.

Imagen No. 3: fatiga o parálisis de jaulas. La secuencia fotográfica muestra la parte interna del ala izquierda de una de las aves traída al laboratorio para establecer la causa de la postración, que era el síntoma observado por el propietario de las aves. Durante la manipulación en el proceso de recepción de las aves por el suscrito, muy probablemente se produjeron fracturas cuando las aves movían sus alas en el proceso de traslado  de las cajas a un "guacal" para llevarlas al interior del laboratorio. Se sintieron ocasionalmente "crujidos" de los huesos al romperse. En el ave a la que corresponde esta secuencia fotográfica, llamó la atención que  presentaba un  hematoma a la inspección en la cara interna del ala izquierda. El hematoma coincidía con fractura del húmero, como muestra la secuencia fotográfica.


Imagen No. 4. Fatiga o parálisis de jaula. otra fractura a nivel del húmero, muy probablemente producida en el momento de la manipulación de las aves en el proceso de llevarlas al laboratorio. No se sabe  si se produjeron espontáneamente. La fragilidad de los huesos largos fue algo que llamó la atención en este caso. 

Imagen No. 5. Fatiga de jaula. En la fotografía del centro se puede ver la fractura  tanto de la epífisis proximal de la tibia como del peroné (Las cuales suelen estar  fusionadas). Si no se está atento de revisar la articulación femorotibiorotuliana en el momento de la necropsia, se puede pasar por alto esta lesión ya que (Como en este caso) macroscópicamente apenas si se aprecia un "amoratamiento" (Fotografía de la izquierda) correspondiente a  hematoma a nivel articular.



Imagen No. 6. Fatiga de jaula. Una de las más frecuentes, quizá la más frecuente de las fracturas de los huesos en los casos de fatiga de jaula es la que se produce en la articulación coxofemoral, resultando fracturado el fémur en sus extremidad proximal; la  epífisis proximal, al menos la cabeza del fémur, generalmente queda incrustada en el acetábulo del coxis que la contiene. Las fracturas en el fémur  igualmente pueden producirse en la diáfisis del hueso, aunque esta fractura es menos frecuente, pero suelen aparecer, como lo muestra la fotografía de la derecha.


Imagen no 7.  Fatiga de jaula. Con frecuencia el aspecto de la quilla de la pechuga suele estar deforme. Esta deformidad podría estar relacionada con el hecho de las aves deben utilizar sus propias reservas de calcio (De los huesos) para conseguir  un balance de la relación calcio-fósforo, en la sangre e igualmente para  conservar la dureza de la cáscara del huevo mediante la mineralización de la misma (Por deposición en ella de sales minerales, entre ellas las de calcio).

Imagen No. 8. Fatiga de jaula. Es importante durante el proceso de necropsia de aves que presentan parálisis de las extremidades pélvicas (Como en el caso de fatiga de jaula), revisar el aspecto macroscópico de los nervios ciáticos, estos deben conservar sus estrías (Flecha). Aún así, es conveniente  incluir los nervios ciáticos dentro de los órganos a revisar mediante evaluación histopatológica; es necesario excluir un daño neural como el que se presenta en la neuropatía periférica o inclusive en la enfermedad de Marek.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Condronecrosis de etiología bacterial en pollos de engorde.

Por: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Su uso o
                     reproducción requiere autorización previa.

Es frecuente  encontrar procesos infecciosos que comprometen las articulaciones de las aves comerciales, con mayor frecuencia (yo diría que casi exclusivamente)  son propios de los pollos de engorde. La frecuencia de afección es mayor en las articulaciones de la extremidad pélvica o miembro posterior.

Imagen No. 1: pollos de engorde de 42 días de edad procedentes de una granja de 31.400 aves. Fueron remitidos al laboratorio de diagnóstico por presentar "cojeras"  y en el protocolo de envío de muestras   se menciona como diagnóstico presuntivo: osteocondrosis y/o discondroplasia (De la tibia). En la granja han muerto 1.020 aves pero no se indica cuántas aves tienen  problemas de cojeras o postración. Con frecuencia es necesario estar atentos cuando se visualizan las lesiones en la cabeza del fémur: o los profesionales de campo no las detectan o veces estas no son lo bastante grandes  y manifiestas y pueden pasar inadvertidas cuando se efectúa la necropsia  sin observar detenidamente y a fondo las articulaciones, específicamente la articulación coxofemoral.

El reporte No. 13 de  de la Welfare Quality (Science an society Improving Animal Welfare) contiene un artículo sobre las  cojeras en pollos de engorde (A lameness control strategy for broiler fowl) cuyos autores son los doctores Andrew Butterwoth y Sue M. Haslam, de la Universidad de Bristol.  Se puede acceder a dicho  reporte mediante el siguiente enlace: 
 http://www.cardiff.ac.uk/cplan/sites/default/files/WQReport-13_0.pdf

En dicho artículo, los autores se refieren a las condronecrosis de etiología bacterial, haciendo referencia con ello a las infecciones que atacan las articulaciones (Principalmente de la extremidad posterior o pélvica) de los pollos de engorde. En el artículo, los autores hacen referencia a la necrosis de la cabeza del fémur (FHN) y a la necrosis de la cabeza o extremidad proximal de la  tibia (THN). Ellos hicieron una amplia revisión sobre el tema.

A diferencia de otros autores, ellos cubrieron las infecciones articulares  con el termino condronecrosis bacterial, aunque exactamente  y de acuerdo con lo observado en muchos casos por el suscrito y el grupo de trabajo,  el estado de necrosis no solo afecta al tejido cartilaginoso de las articulaciones; la mayoría de veces compromete al tejido oseo  en sí, al igual que a los tejidos blandos vinculados a las articulaciones afectadas.

Imagen No. 2: pollos de engorde de 41 días, proceden de una granja de 333.150 aves (machos y hembras) de las cuales 773 han enfermado y 123 han muerto. Fueron enviadas al laboratorio de diagnóstico por presentar "cojera" (Claudicación); el Médico Veterinario remitente informa que las aves  afectadas mueren por deshidratación. Informa igualmente que ha efectuado necropsias y ha encontrado osteocondrosis y discondroplasia de la tibia, especialmente en los machos; informa que el problema se ha presentado desde el día 40 de edad. Esta última afirmación no debe ser cierta y probablemente las aves no habían sido  observadas en cuanto a su sintomatología con la suficiente anterioridad, esto se explica por que las lesiones que se muestran en la fotografía de la derecha (Inflamación crónica de la articulación coxofemoral con necrosis de hueso y cartílago articular con extensión del proceso inflamatorio y necrótico a los tejidos blandos periarticulares, con presencia de material purulento y caseoso).

Varios autores describen  e investigan por separado las inflamaciones en las diferentes articulaciones; se encuentran artículos exclusivamente sobre la necrosis de la cabeza del fémur. En la revista Avian Pathology por ejemplo, en el año 2.000 los doctores Perpetua McNamee y Joan A. Smith publicaron el artículo "Bacterial chondonecrosis with osteomyelitis (Femoral head necrosis) of broiler chickens: a review". En realidad, en el texto del artículo hacen la aclaración de que se resultan afectados con la condronecrosis, tanto la extremidad proximal del fémur y del tibiotarso. (Avian Pathology, (2000) 29, 477-496). En la siguiente  dirección se puede tener acceso al artículo completo en pdf:
http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/030794500750047243#.VdZKDrKqqko

Imagen No. 3. Estos pollos tienen 44 días de edad. La granja desde fueron traídos para exámenes de laboratorio por presentar cojeras, tiene 78.540 aves de las cuales el Médico Veterinario quien atiende la granja dice en el protocolo de envío de muestras, que todas están enfermas y menciona exclusivamente la postración y  la reducción en el consumo de alimento como  únicos síntomas, no más información acerca de la clínica de  las aves.  El la fotografía de la derecha  se aprecia la necrosis de la cabeza del fémur del ave cuya fotografía es la del centro.

La posición  que  presentan las aves no tiene nada que ver con la  superficie lisa del piso. En este mismo piso se colocan aves sin problemas locomotores y estas permanecen bien paradas sobre  sus dos extremidades pélvicas. 


Entre muchas cosas interesantes que tiene el artículo, está  la colección de fotografías al microscopio óptico de los tejidos afectados por BCO (Bacterial chondonecrosis with osteomyelitis).

Un aspecto importante es que afirman  que tiene una incidencia del 0.52% en machos (28 lotes estudiados) y de 0.38%  en  hembras (19 lotes estudiados).

De acuerdo con el estudio de McNamee y Smith, las principales bacterias implicadas en los casos de infección articular con la consecuente condronecrosis son las siguientes:
  • Staphylococcus aureus
  • Salmonella spp.
  • Escherichia coli
Algunos virus (Enfermedad de Gumboro, anemia infecciosa aviar, enfermedad de Marek, laringotraqueitis, reovirus, adenovirus y poxvirus) y Mycoplasma pueden causar compromiso del sistema inmune y conducir a problemas de cojeras, de acuerdo con la revisión presentada en el el No. 13 de la Welfare Quality. (http://www.cardiff.ac.uk/cplan/sites/default/files/WQReport-13_0.pdf).

Imagen No. 4:  pollos de engorde de 36 días de edad, pertenecen a una granja que tiene  71.400 aves  de la misma edad. Las aves fueron enviadas al laboratorio de diagnóstico por presentar postración de  forma súbita (Según información remitida en el protocolo de envío de muestras). En el protocolo de envío de muestras se informa que se practicaron necropsias  de  las aves afectadas por cojera o claudicación y se encontró necrosis de la cabeza del fémur (Dice que al producir la luxación de la extremidad pélvica en el proceso de necropsia, la cabeza del fémur sale del acetábulo dejando todo el cartílago adentro). 

Probablemente en este caso hubo falta de observación para detección temprana del proceso inflamatorio, la claudicación (Cojera) no puede producirse en forma súbita, debido a que el estado inflamatorio y luego el necrótico como el que se observa en las fotografías del centro y la derecha, no se produce en forma súbita, este proceso requiere de varios días con el consiguiente dolor articular y claudicación o cojera.

El Doctor Bautista M. Ruano y un grupo de colaboradores publicaron  en la revista Zootecnica, 2013 10/13, 40-44  el artículo "Cojeras como problema emergente en pollos de engorde" y se refiere solo a dos categorías e  cojeras:
  • La causada por la necrosis de la  cabeza del fémur (FHN: femoral head necrosis)
  • Las cojeras con angulaciones de las piernas. Aquí incluye el valgus y en general las "piernas torcidas"
Una apreciación importante del doctor Ruano y su grupo es que las infecciones son la resultante de un proceso secundario a la cojera, es decir las aves afectadas de cojera se infectan como consecuencia de la posición debida a la cojera y en otras ocasiones son concomitantes con otros procesos infecciosos como por ejemplo con enfermedad respiratoria crónica con infección con Escherichia coli.

En lo referente a agentes infecciosos, el doctor Ruano y su grupo se refieren a Escherichia coli, no mencionan otros agentes y  afirman que el reovirus causante de la artritis-tenosinovitis no parece estar implicado en la necrosis de la cabeza del fémur.
  • Escherichia coli
  • Reovirus
http://www.wing-vechta.de/service/literaturdatenbank/service.html?con_temp=literatur_db&dokument=2923

Imagen No. 5: pollos de engorde de 43 días de edad, pertenecen a una granja que tiene 34.500 aves, de las cuales en el protocolo de remisión se informa que enfermaron 8.100 aves y que habían muerto 260. El Médico Veterinario remitente escribe en el protocolo de remisión: "hace 4 días se comenzaron a encontrar machos caídos por dificultad locomotora con fallecimiento a las 24 a 36 horas, a la necropsia hay destrucción de la cabeza del fémur"

En las fotografías del  centro y de la derecha se observan  como al tratar de producir la luxación de la articulación coxofemoral en el momento de la necropsia, se produce la  ruptura del fémur en el sitio de unión entre la diáfisis y la epífisis proximal dejando ver un estado se osteomielitis. De hecho, la cabeza del fémur queda dentro de la fosa acetabular.

El doctor Isaac Bittar en su artículo "Cojeras y problemas musculoesqueléticos", considera que la necrosis de  la cabeza del fémur o condronecrosis contaminada, es una consecuencia y no la causa de una cojera.    En el mismo artículo afirma que las artritis y las tenosinovitis aumentan hasta un 6% la frecuencia de cojeras; es más, afirma que en lotes considerados normales, alrededor del 10% de las aves caídas son diagnosticadas con artritis (De hecho no excluye a la artritis que afecta la cabeza del fémur)   http://www.amevea.org/wp-content/uploads/2015/02/Plumazos_038.pdf

Este trabajo es bastante reciente; ya en 1994,  el doctor Sullivan T.W. había publicado que las pérdidas anuales en los Estados Unidos por causa de los problemas musculoesqueléticos en los pollos de engorde alcanzaban sumas que variaban entre  80  y 120 millones de dólares en la industria del pollo de engorde. (Poultry Science 1994 Jun; 73(6):879-882
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8072932

Desde hace varias décadas, se ha considerado que el cada vez mayor y más rápido crecimiento de las aves comerciales, específicamente de los pollos de engorde, tiene algunas consecuencias negativas sobre la salud de los mismos. El efecto de la selección genética para obtener una alta relación músculo-hueso y el consumo de alimentos direccionados para tal fin, tiene consecuencias sobre el aparato cardiovascular; en el caso de los pollos de engorde son representativos de esta consecuencia el síndrome de muerte súbita y la hipertensión pulmonar con ascitis consecuente.

Imagen No. 6: pollos de engorde de 38 días de edad. La granja de donde provienen estas aves tiene 87.720 aves de las cuales 21.400  estaban enfermas en el momento de remitir estas aves al laboratorio de diagnóstico; 2.061 aves habían  muerto. En el protocolo de envío de muestras se informa los siguiente: "Postración, cojeras. A la necropsia se observa desprendimiento de la cabeza del fémur, infección a nivel articular". Lo que describe el Médico Veterinario remitente, es lo que se observa en la articulación  coxofemoral, fotografía de la derecha: a pesar de que la porción cartilaginosa salió completamente de la fosa acetabular, esta  contiene material purulento. En estos casos si el ave sobrevive  por algún tiempo, muy seguramente desarrollará necrosis de la cabeza del fémur con osteomielitis.

Debido al estado necrótico-inflamatorio de los tejidos que componen la articulación, a la aves se les hace imposible caminar. En su necesidad de desplazarse mueven desesperdamente las alas, por lo cual se les ha denominado "winging walkers".

Otro problema patológico que se genera en los pollos de engorde, es el conjunto de cojeras debido a malformaciones óseas. De hecho esta no es la única causa; muchos autores han escrito sobre la multifactorialidad del problema, aunque finalmente se puede afirmar que  los problemas locomotores se han acentuado a medida que se ha incrementado la ganancia de peso  de las aves en  un (cada vez) menor tiempo. En este sentido, hay un artículo en Poultry Science en diciembre de 1988 77(12):1773-1780  cuyo autor es  Julian R.J. Es decir, hace casi 30 años ya se visualizaba el problema de las cojeras como una consecuencia de un rápido crecimiento y ganancia de peso
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9872578

Imagen No. 7:  pollos de engorde de  40 días de edad. Fueron remitidos al laboratorio de diagnóstico por presentar postración y cojeras. En el protocolo de envío de muestras se informa que  la granja a la que pertenecen estos  pollos tiene 60.000 aves de las cuales  enfermaron 20.000 y habían muerto 400. El Médico Veterinario remitente describe "pollos postrados, con cojeras, con material purulento en la articulación coxofemoral". La sintomatología de postración descrita por el Médico Veterinario remitente se puede observar en la fotografía de la derecha. En las fotografías del centro y la derecha es evidente el proceso necrótico-inflamatorio en la epífisis proximal del fémur con el consecuente desprendimiento del cartílago articular (En el proceso de necropsia).

Más información se puede obtener en los siguientes enlaces:

http://www.elsitioavicola.com/publications/6/enfermedades-de-las-aves/314/necrosis-de-la-cabeza-femoral-en-pollos/#sthash.eLCIN2es.dpuf


http://www.engormix.com/MA-avicultura/sanidad/articulos/caracterizacion-histologica-degeneracion-femoral-t3791/165-p0.htm