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miércoles, 3 de junio de 2015

Traumas en las aves enviadas para diagnóstico. Pueden estar indicando maltrato en las granjas. Presentación de casos.


Por: Bernardo Mejía Arango.  M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías: Bernardo Mejía Arango.  M.V.Z. M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Su uso o publicación requiere autorización previa.

Estuve revisando en mis archivos en búsqueda de lesiones traumáticas en aves comerciales cuyas muestras son enviadas para diagnóstico de necropsia y pruebas complementarias. Encontré una serie de casos en los cuales es evidente que ha habido mala manipulación de las aves, lo que conduce a lesiones como fracturas y/o hematomas.

Esta es  una forma de emitir una alerta acerca de lo puede suceder cuando quien manipula las aves no lo hace con el suficiente cuidado o cuando posiblemente descarga su malestar contra las aves que maneja. Independientemente de cuál ha sido el diagnostico en cada uno de los casos me remitiré solo a las lesiones de origen traumático.

Imagen No 1.  Aves Lohmann Brown  de 73 semanas de edad, de una granja que tiene 50.000 aves; el protocolo de envío de muestras informa que han muerto 25 animales en los tres últimos tres días, reportan inflamación ocular. Enviaron 6 aves al laboratorio de diagnóstico para examen de necropsia y pruebas complementarias. Al revisar  las aves remitidas se encontró lo siguiente: 1) 4 aves presentaban postración con imposibilidad para estar de pié 2) La inflamación ocular  a que se refiere lo reportado en el protocolo consistió en inflamación del reborde palpebral con presencia de nodulaciones  de color oscuro; en la evaluación histopatológica de determinó que había viruela aviar (Lo cual explica la presencia de nodulaciones en párpado). Al realizar la necropsia se encontraron hematomas en el muslo, correspondientes a fractura del fémur (Ver imagen 2).

Imagen No. 2.  En cuatro de las aves descritas en la fotografías de la  imagen No. 1, se encontró fractura del fémur con grandes hematomas en la extremidad pélvica correspondientes con el área de la fractura. Al revisar la información, en el protocolo de envió de muestras no se reporta la postración, siendo esta tan evidente. El caso no corresponde a a fractura por fatiga de jaula. Personalmente creo que hubo un maltrato de las aves durante transporte al laboratorio; es probable que  hubiese problemas de mineralización ósea con fragilidad.  Una segunda probabilidad es que hubiese maltrato en la granja: esta hipótesis  se hace más probable al revisar las fotografías de la siguiente imagen, la No. 3

Imagen No. 3 Fractura de los huesos que sustentan la musculatura de la pechuga (Quilla). Son de las aves que se muestran en la imágenes Nos. 1 y 2. Por las dimensiones de la lesión, se asume que estas fracturas no son espontáneas y que hubo maltrato de las aves: preexistente en la granja o durante el transporte de estas al laboratorio. El Médico Veterinario remitente no replicó nada al respecto después  de que le fue enviado el resultado en el cual se describieron las lesiones, lo que refuerza la hipótesis de que hubo maltrato de los animales en una de las dos circunstancias antes mencionadas.

Imagen No. 4.   Aves Lohmann L.S.L. de 12 semanas de edad procedentes de una granja de 280.000 aves. En el protocolo de envío de muestras dice que hay 25.500 aves afectadas y que presentan ruido respiratorio, menciona que están decaídas y pálidas. Al revisar 6 aves que se remitieron al laboratorio de diagnóstico se observó que hubo problemas con el despique el cual se hizo con lesión severa de tejidos blandos, razón por al cual  no podían ingerir alimento. Se observaron fracturas en los huesos de la pechuga, probablemente por maltrato.

Imagen No 5. Codornices de 35 semanas de edad. La granja de donde  provienen estas seis (6) aves, tiene  4.500 animales. Las seis aves fueron remitidas al laboratorio de diagnóstico por presentar (de acuerdo con el protocolo de envío demuestras) 20  puntos en caída de la postura. Una de las aves llegó postrada decúbito lateral. En las fotografías de la siguiente imagen (No.6) se muestran lesiones (antemortem) de esta ave.

Imagen No. 6. Corresponde a los hallazgos de necropsia de la codorniz que se muestra en la imagen anterior (No. 5) Al retirar la piel de la porción lateral del muslo, se observó un hematoma subcutáneo extenso, correspondiente con el área donde se observa el fémur fracturado (Fotografía de la derecha). Probablemente no se tuvo la suficiente precaución al capturar las aves de la muestra para enviar al laboratorio; la siguiente opción es que durante el transporte el ave se  golpeó.

Imagen No. 7.  Esta gallina tiene 70 semanas de edad y hacía parte de la muestra de cinco ponedoras remitida al laboratorio desde una granja que tiene 252.000 aves de las cuales 110 presentan ruidos respiratorios (Estertores), caída de la producción. El Médico Veterinario remitente indica  que ha observado aves con hemorragias en la pared costal. Un hematoma de este tamaño debe haber sido ocasionado por un golpe, no  hay evidencia de infección; esto podría estar correlacionado con lo que reporta el Médico Veterinario: hemorragias en la pared costal. Debería haberse hecho vigilancia sobre el personal de manejo de las aves,  muy seguramente hay maltrato, por causas no conocidas pero en las que seguramente el personal que está en  contacto con las aves debe tener alguna responsabilidad.

Imagen No. 8.  Pollitas (reproductoras) de dos semanas de edad remitidas para examen de necropsia y complementarios debido a que en el lote de donde provienen se presenta pérdida de condición corporal y "cojeras". Es bastante sorprendente el hallazgo a la necropsia: había  varias aves con fracturas del fémur como las que se muestran en las fotografías del centro y la derecha. Es raro encontrar deficiencias nutricionales a la segunda semana de edad, que expliquen las fracturas observadas en algunas de las aves. No hubo un diagnóstico concluyente, pero la evidencia macroscópica deja abierta la  posibilidad de fracturas por maltrato de las aves o simplemente por manipulación inadecuada de las mismas.

Imagen No. 9  El ave que se presenta en las fotografías de la izquierda y del centro, es un pollo de engorde de 44 días. Probablemente es de una explotación casera (Traspatio) porque el informe de remisión dice que hay 800 aves, que las 800 están afectadas y que presentan torsión de cuello. Únicamente se remitieron dos aves al laboratorio. Existe la posibilidad de que los animales tuvieran en forma primaria  una lesión  a nivel de sistema nervioso central y que como consecuencia de la torsión de cuello se produjeran golpes con los hematomas como consecuencia. 

Únicamente se encontraron hematomas en una de las dos aves remitidas  para diagnóstico; parece que no todo el lote está afectado como se dice en el protocolo de envío de muestras. Lo que si parece cierto es que el hematoma tan extenso que se aprecia en la fotografía de la derecha, solo puede ser producido por un golpe y no como consecuencia de la torsión del cuello. Adicionalmente, no se observaron lesiones en el sistema nervioso central ni en el canal auditivo. En bastante probable que este pollo haya sido maltratado y golpeado en forma contundente y que probablemente se produjera alguna lesión  en el sistema nervioso central la cual indujo  la torsión del cuello.

Imagen No. 10.  Los pollos de engorde  que se aprecian en la fotografía de la izquierda tienen 47 días de edad. Cuando el Médico Veterinario decidió consultar  con el laboratorio de diagnóstico porque las aves tenían postración por claudicación uni o bilateral, parece que no sabía que lo que las aves tenía era un caso de  ruptura del tendón del gastrocnemio. Son machos de  47 días de edad; en la granja había  41.310 aves y reporta que en los últimos tres días han muerto 199 animales. Es fácil reconocer  la lesión cuando hay ruptura del tendón del gastrocnemio: la lesión produce gran hemorragia que se visualiza macroscopicamente por el amoratamiento (hematomas) subcutáneos y en vainas sinoviales,entre los tendones, las fascias, las aponeurosis y los ligamentos. Hasta allí el diagnóstico está bien definido. Si se hace una incisión en el área afectada se pueden ver los extremos del tendón roto.

Pero la fotografía de la extrema derecha muestra el hueso fémur roto. Es posible que por el tamaño y el peso de las aves, haya casos de ruptura del tendón, pero si hay mala manipulación de las aves y existen los factores predisponentes, se presentarán más casos de tendones rotos y además huesos rotos, que   se cree que es lo que sucedió en este caso; hubo mala manipulación (Probable maltrato).

Imagen No. 11.  Esta gallina tiene 36 semanas de edad.  Viene remitida de una granja que tiene 34.418 aves, como parte de un grupo que fue enviado al laboratorio de diagnóstico con una historia o protocolo que dice que se presenta una reducción en la producción. 

La fotografía de la izquierda muestra un aumento de volumen del área del globo ocular, por la coloración de la piel se  asume que es un hematoma; esto se  comprueba porque  al hacer la incisión de la piel y tejido periorbitarios se evidencia una colección de sangre (Fotografía del centro), el cual se extiende hacia el tercio proximal del cuello (Fotografía de la derecha). Hasta aquí, se asume que es  un trauma, el cual no tiene ninguna explicación diferente del maltrato que recibió este animal durante el manejo usual o durante su captura para remitirla al laboratorio de diagnóstico como integrante de la muestra. Las fotografías de la  imagen siguiente (No. 12) comprueban esto.

Imagen No. 11.  Las fotografías corresponde a la misma gallina que se muestra en la imagen anterior. La primera fotografía (Izquierda) deja ver un color morado de lo que probablemente es una colección de sangre debajo de la piel del área de la pechuga; la siguiente fotografía en secuencia se muestra que al retirar la piel, efectivamente hay una colección de sangre que ocupa el tejido subcutáneo y la superficie  de los músculos pectorales. 

Al retirar los músculos de la pechuga se encontró que había fractura de los huesos de la pared costal con  hemorragias en pleura y espacio costo-pleural. Adicionalmente se encontró que había fractura de los huesos de la pelvis con con hematomas en el área afectada. Las imágenes no dejan duda de que esta ave fue víctima de un ataque brutal por parte de alguna de las personas que la manipuló o durante el manejo o durante  la captura para ser remitida como parte de la muestra.
Imagen No. 12.  Vista desde la cara anterior del muslo de una reproductora de 31 semanas de edad, integrante de un grupo de  cinco aves que como muestra fueron remitidas al laboratorio de diagnóstico debido a que en la granja las aves enfermaron  con  decaimiento y ruidos respiratorios. Es evidente que la lesión no tiene nada que ver con los síntomas reportados y más bien corresponde a un trauma provocado en forma contundente, es decir un golpe.
Es importante que quienes manejan las aves tengan conciencia sobre la forma  adecuada como se manipulan las aves que están bajo su cuidado.  Es igualmente importante que  los propietarios de las aves al igual que los Médicos Veterinarios a cuyo cargo se encuentran las granjas, vigilen adecuadamente al personal que maneja las aves en busca de  actitudes de comportamiento irregular que lleven a causar traumas  como los que se observaron a lo largo de este artículo.

Es igualmente importante en la evaluación del personal que va a ser contratado para el manejo de las aves, se hagan evaluaciones psicológicas tendientes a detectar  estados emocionales que conduzcan al maltrato animal, es este caso de las aves.