Advertencia

De acuerdo con las leyes de la Unión Europea, informo a los visitantes de esta región, que uso coockies en este blog. En muchos casos, dichas leyes exigen que obtenga consentimiento de los lectores de dicha Unión. Así que solicito a los visitantes de la Unión Europea verificar primero (Blogger y Google) las condiciones en las cuales visitan este blog y realizar los trámites preliminares pertinentes.

jueves, 31 de mayo de 2012

Avibacterium paragallinarum. Unico responsable de la sinusitis?

Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Cualquier  uso o reproducción requiere autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z. M.Sc.  Luis Abel Buitrago M.  M.V.Z.   Juan Sebastian Alvear A.  M.V.Z.  Cultivos microbiológicos: Mayra Alejandra Chaparro G., Bacterióloga.  Gloria Inés Sanchez L., Bacterióloga.  Luisa Catalina Hurtado G., Bacterióloga.

Imagen No. 1. Coriza  infecciosa. Aspecto macroscópico de aves  afectadas. La inflamación de los senos infraorbitarios se refleja en una inflamación facial.
Cuando se habla de  coriza infecciosa, las imágenes de los senos infraorbitarios inflamados de las aves enfermas, se asocian necesariamente a la bacteria Avibacterium paragallinarum, sola o de pronto en asociación con otras bacterias.

Pero  al analizar la casuística  de necropsias, los diagnósticos macroscópicos y los aislamientos bacteriológicos de los senos de las aves afectadas (Solo de un año, 2011), es importante entender que Avibacterium paragallinarum, es solo una de las bacterias que puede causar inflamación de los  senos,  que producen imágenes similares, si no  iguales.

Tabla No. 1. Frecuencia de presentación de  sinusitis en casuística de necropsias manejada por el grupo de trabajo mencionado en la parte introductoria de este artículo, durante el año 2011.
De ahí que el establecimiento de medidas de control farmacológico, debe partir de un examen cuidadoso de las áreas afectadas en las aves clínicamente enfermas y un cultivo bacteriológico hecho igualmente con cuidado; la razón: el área de donde se hace el cultivo, es frecuentada por gérmenes que muchos consideran habitantes “normales” del área afectada o microorganismos los cuales son patógenos, pero igualmente se consideran oportunistas y que pueden concurrir con otros para actuar como agentes etiológicos múltiples. En este sentido, no hay que dejar de lado a algunos de los virus que producen infección con efectos morfológicos en las vías respiratorias altas: metapneumovirus, bronquitis infecciosa y laringotraqueitis viral, como los más frecuentes, al menos en nuestro medio.

Imagen No. 2. Conjunto de fotografías que muestran la forma de acceder a los senos infraorbitarios, para obtener una muestra omitiendo las bacterias que se encuentran normalmente en el paladar y la hendidura palatina. Se debe  desinfectar exteriormente la cabeza del ave. Se debe despejar el paladar, retirar al máximo el moco presente en el área y luego flamear tanto la superficie palatina como la porción externa de la cabeza. Cortar desde la hendidura palatina hacia el exterior con tijeras desinfectadas. Se exponen los senos infraorbitarios.
Lo referente a Escherichia coli, que  de acuerdo con nuestras observaciones (Del equipo de trabajo al cual pertenezco) es la bacteria más frecuentemente aislada en los casos de sinusitis, se revisó en dos artículos anteriores en este mismo blog.
Al final del artículo, presentaré la casuística  de necropsias en los diferentes estados productivos en la que participé en el año 2.011,  lo mismo que  los aislamientos obtenidos. Las imágenes corresponden exclusivamente a los casos estudiados.
La información convencional al respecto, dice que la coriza infecciosa o  infección con Avibacterium paragallinarum produce en las aves una inflamación facial  que es un reflejo de la inflamación de los senos infraorbitarios. Las aves pueden  presentar inflamación facial periocular, hay  descarga  nasal.

Identificar clínicamente aves, bien sea pollo de engorde, aves de postura en cualquier fase de crecimiento o aún reproductoras, que padezcan de  infección con Avibacterium paragallinarum, a la que hasta el año 2005 conocíamos como Haemophilus paragallinarum, no es difícil, no al menos si el ave tiene una infección pura. Este planteamiento, por frecuencia de aislamientos, no coincide con lo que muestran las tablas que se presentan más adelante.

Imagen No. 3. Coriza infecciosa. Ave de 28 semanas de edad procedente de un lote de 300.000 de las cuales se reportan 32.500 animales enfermos. El protocolo de envío de muestras reporta "Ojos hinchados, llorosos, en algunas aves hay mucosidad". La inflamación que se observa en la fotografía de la derecha, es de tipo catarral y de acuerdo con algunos expertos en el tema, es en este estadio cuando hay más probabilidad de éxito en el asilamiento.
En nuestra experiencia es más frecuente la infección sin complicaciones bacteriales múltiples o coinfecciones virales en aves de postura. Generalmente cuando se complica con otros agentes patógenos, lo cual se observa más en el pollo de engorde, corresponde  a un caso de síndrome de cabeza hinchada, situación de la cual se escribió un artículo en este mismo blog.
Imagen No. 4.  Caso de cabeza hinchada en pollo de  engorde de 29 días de edad, de un lote de 96.135 aves de las cuales se encuentran enfermas 38.328; se reportan 1.658 muertos. El protocolo de envío de muestras dice que  las aves presentan "plumas erizadas, edema facial, ojo almendrado e irritado".  La fotografía de la derecha muestra el seno infraorbitario del pollo  que se encuentra a la izquierda. Se observa material mucoso abundante llenando la cavidad formada por el seno infraorbitario.
El nombre de la bacteria considerada convencionalmente como responsable de la coriza infecciosa ha sido cambiante. En 1932 se propuso el nombre de Bacillus haemoglobinophilus coryza gallinarum para el agente causal de lo que entonces se conocía como catarro de los pollos.
En 1934 varios autores  propusieron el nombre de Haemophilus gallinarum para el agente causal de lo que para ese año ya se denominaba coriza infecciosa. Para ese entonces  se demostró la dependencia la agente para su crecimiento, de los factores V (Dinucleótido de adenina nicotinamida)  y X (Hemina).

Pero McGaughey C.A. (1932)  y Page  L.A.  (1962) demostraron que había cepas de la bacteria que no necesitaban del factor X para su crecimiento; entonces Biberstein y White  (1969) propusieron con base en los anterior,  el nombre de Haemophilus gallinarum para las cepas que necesitaban el factor V pero no del X. Desde entonces, los aislados de  los casos de coriza se llamaron Haemophilus paragallinarum.

La bacteria cambió de nombre en el año 2005, cuando se publicó un artículo en la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology, el cual se reclasificaron varias bacterias entre ellas al Hemophulus paragallinarum: la denominaron Avibacterium paragallinarum.  La reclasificación de la bacteria aparece oficializada  por Blackall, P.J., Christensen H., Beckenham T;  Blackall, L.L. and Bisgaard M. y el artículo  aparece en la revista  . Int. J. Syst. Evol. Microbiol., 2005, 55, 353-362.

La coriza infecciosa causada por infección con Avibacterium paragallinarum, es de distribución mundial, con excepción de Nueva Zelanda (Por lo menos hasta la revisión de Edgar Soriano Vargas y Horacio Raúl Tersolo hecha en 2004 y publicada en Veterinaria México Vol . 35 número 003  p.p. 245-259). Para ese año ya se ponía en duda la clasificación de la bacteria con base en los aislamientos no dependientes del factor V y debido a que ya se reconocían aislamientos no dependientes del factor X.

Avibacterium paragalinarum es una bacteria Gram negativa, inmóvil, no esporulada. Es pleomórfica en cultivos  en medio agar sangre, generalmente de forma cocobacilar con tendencia a la formación de filamentos y cadenas cortas. Si se tiñen frotis directos del moco nasal, se suelen ver  al microscopio como formas  bacilares largas con gránulos matacromáticos.

Como se mencionó antes, Avibacterium paragallinarum requiere de los factores V (NAD )y X (Hemina) para su crecimiento en medios de cultivo,  no obstante, hay cepas que crecen sin el factor X; igualmente hay cepas que no requieren del factor V (En México y Surafrica).

Dependencia de dinucleótido de adenina nicotinamida: la bacteria crece en cultivos a los que se adiciona NAD (En forma reducida u oxidada), con excepción de dos cepas aisladas en Surafrica y Mexico. Debido a la disponibilidad y probablemente a los costos, el  NAD se le pude proporcionar a la bacteria, cultivándola con una cepa satélite de Staphylococcus hemolítico, en agar sangre: los expertos recomiendan sangre de equino pero igualmente crece bien adicionando al agar base, sangre de cordero. Se dispone de diversos medios de cultivo comerciales con diferentes suplementos.

La bacteria crece mejor en condiciones de microanaerobiosis (5 a 10% de CO2) lo que se puede proporcionar  por medio de sobres generadores de gas, pero aún muchos de los mejores investigadores cultivan la bacteria utilizando una vela dentro de un  jarrón de anaerobiosis.

En los cultivos de agar sange con cepa nodriza de Staphylococcus,  Avibacterium paragallinarum dependiente del factor V crece en colonias  diminutas en forma de rocío. Pero pude crecer igualmente Avibacterium paragallinarum independiente del factor V en forma de colonias grandes que no requieren crecimiento satelital.
Imagen No. 5. Cultivo en agar sangre con cepa nodriza de Staphylococcus  hemolítico. Las colonias de Avivacterium paragallinarum crecen el las áreas periféricas al área de siembra del Staphylococcus hemolítico.
Avibacterium paragallinarum tiene determinantes antigénicos con propiedades hemaglutinantes para glóbulos rojos de varias especies animales; algunos aislamientos deben tratarse para que expresen su propiedades  hemaglutinantes. En los laboratorios convencionales de diagnóstico no se identifica la bacteria con base en sus propiedades hemaglutianantes, es algo complejo.
Esta propiedad se usó Page, L.A. en 1962 para identificar a tres serogrupos de la bacteria, como A, B y C. Posteriormente, entre 1980 y 1983, los investigadores Kume, K.,  Sawata, A., y  Nakase, Y.  identificaron siete hemaglutininas en la bacteria y las denominaron  hemaglutinina 1 a hemaglutinina 7 (HA-1 a HA7), distribuidas en tres serogrupos: I, II y III y demostraron que había relaciones entre las bacterias de ambas agrupaciones, lo que aprovecharon Blackall y colaboradores (Quienes encontraron dos nuevas hemaglutininas),  en 1990 modificaron la nomenclatura y definieron 9 serovariedades (Combinando los dos primeros métodos): de A: A1, A2, A3 y A4.  De B: B1.  De  C: C1, C2, C3 y C4.

La infección con Avibacterium paragallinarum causa inflamación de los senos infraorbitarios y aparentemente es más frecuente en aves de postura. Digo aparentemente porque en el pollo de engorde, al menos en nuestro medio, es mucho más frecuente  el síndrome de cabeza hinchada, en cuya presentación viene  enmascarada entre otras, una infección con Avibacterium en senos infraorbitarios. Muchos de los casos tienen igualmente coinfecciones de origen viral.
Imagen No. 6. Ave de 22 semanas de edad perteneciente a un lote de  12.627 aves. No se reporta el número de aves enfermas. El protocolo de remisión de las aves para examen dice que presentan "Pitido", mortalidad alta. No reportan la inflamación facial infraorbitaria. La fotografía del centro muestra la inflamación catarral del seno infraorbitario, del cual se cultivó con crecimiento positivo para Avibacterium paragallinarum. El caso fué igualmente positivo para laringotraqueitis viral. La fotografía de la derecha muestra los cuerpos de inclusión  intranucleares contenidos en un grupo de células exfoliadas de la mucosa traqueal.
De  hecho, siempre en los casos de cabeza hinchada, se busca en la necropsia si  hay inflamación o no de los senos y se procede a cultivar en un intento por aislar la bacteria. La mayoría de veces  (En cabeza hinchada) se aisla Avibacterium paragallinarum, pero  igualmente se aisla Gallibacterium anatis  y Escherichia coli. Las evaluaciones histopatológicas de los órganos del tracto respiratorio, indican que puede haber lesiones de origen viral o que ameritan que varios agentes virales se investiguen por pruebas complementarias, a no ser que se encuentren lesiones histopatológicas patognomónicas.
                                     
Bien sea la sinusitis producida por Avibacterium únicamente o por una infección en la que participan varios agentes bacteriales y algunos virales,  la inflamación que se produce se refleja a su vez en una inflamación facial que es progresiva y que produce un gran malestar en las aves afectadas, estas dejan de alimentarse correctamente y comienzan la baja conversión en los pollos de engorde y la baja en la producción de huevos en ponedoras y reproductoras, la cual según diversos autores, puede ser hasta de un 40%. Las aves en levante para ponedoras, cuando  resultan afectadas por la infección con Avibacterium, suelen reducir la rata de crecimiento y desarrollo, retrasándose por tanto la llegada a la postura.
En sala de necropsias, hemos visto aves  con sinusitis crónicas con grandes cantidades de material caseoso en los senos infraorbitarios, material que es imposible reabsorber por parte de las aves enfermas, resultando finalmente en descartes.
Imagen No. 7. Coriza infecciosa. Aves de 12 semanas de edad de un lote de 250.000, de las cuales  enfermaron 40.000 y murieron 10. Se reporta ruido respiratorio, abundante moco y algunas aves con edema bilateral facial. La fotografía de la derecha muestra los senos  infraorbiatrios expuestos y llenos de material caseoso del ave de la fotografía de la izquierda.
Con frecuencia, aunque poca, algunos lotes de aves, sobretodo de levante, desarrollan sinusitis poco o nada visible macroscópicamente, encontrándose material caseoso bien organizado  en los senos  infraorbitarios, algo que parece contradictorio.

Imagen No. 8. Ave de 15 semanas de edad procedente de un  lote de 189.240 aves, de las cuales enfermaron 9.620. El protocolo de remisión indica que las aves estaban afligidas, "erizadas" y con ruidos respiratorios. No se encontró evidencia clínica  de que las aves tuvieran inflamación catarral de los senos infraorbitarios, esto solo fue evidente en el proceso de necropsia. Se aisló Avibacterium paragallinarum y la inflamación linfocítica de la mucosa de la tráquea (Derecha, Hematoxilina-Eosina, 10X) indica que  existe una coinfección viral no definible en la evaluación histopatológica.
El proceso de necropsia en los casos de infección con Avibacterium paragallinarum, es el punto departida para el aislamiento y tipificación de la bacteria por métodos de biología molecular con los consiguientes estudios morfofilogenéticos; igualmente es el punto de partida para la preparación de bacterinas.

Avibacterium paragallinarum no es la única en causar lo que conocemos como coriza infecciosa, al menos no en lo referente a la inflamación de senos infraorbitarios. Así se muestra en la tabla No.2.

Tabla No. 2. Frecuencia de aislamientos microbiológicos de los casos positivos para sinusitis reportados en la tabla número 1. Nótese que Avibacterium paragallinarum no es la bacteria más frecuentemente aislada de los casos de sinusitis.
                                  
Instaurar un tratamiento con antibióticos en los lotes enfermos, implica un examen detenido y juicioso de las aves afectadas, en condiciones tales que los intentos de aislamiento garanticen que lo que arrojan los cultivos, sea representativo del problema. Sacrificar las aves en la granja y enviar las muestras, no garantiza las mejores condiciones para un aislamiento exitoso.


Cuál es su concepto?

jueves, 24 de mayo de 2012

Viruela aviar.

Por Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc. bernardomejiaarango@gmail.com
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.

Antecedente: en abril de 2012, encontré lesiones macro y microscópicas  de viruela aviar en muestras de aves de cría para ponedoras de cuatro semanas de edad. El mismo día y en las mismas muestras  encontré lesiones histopatológicas laríngeas y traqueales de laringotraqueitis viral (Células sincitiales con cuerpos intranucleares de inclusión).

Es el primer caso que he tenido  de detección de ambas enfermedades (Por histopatología) a una edad tan temprana como la de 4 semanas.
Imagen No. 1:  Ave de cuatro semanas de edad,  procedente de un lote de 38.000, de las cuales se reportan 2.000 enfermos y 65 muertos. El protocolo  remisión de muestras reporta síntomas respitarorios con exudado nasofaringeo y conjuntivitis espumosa. En  muestras de la aves remitidas para examen, se observaron lesiones histopatológicas de laringotraqueitis viral. La fotografía de la derecha muestra las lesiones histopatológicas de viruela (Cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos, señalados con flechas) en epitelio de la cresta.
La literatura consultada dice que la viruela aviar es una enfermedad común de las aves comerciales (pavos y pollos) y de las aves de la fauna silvestre. La presencia de la enfermedad en aves comerciales y silvestres cobra importancia cuando en la actualidad hablamos de vacunas recombinantes vehiculizadas en virus pox, los virus de la viruela aviar. Presento como referencia, la casuística de diagnóstico histopatológico de viruela aviar en la que he participado en los años 2008, 2009, 2010 y 2012.
Tabla No. 1. Diagnósticos histopatológicos de viruela aviar efectuados en aves de diferentes estados productivos, durante los años 2008 a 2011. No se incluyen resultados de 2012.
                        
El virus causante de la viruela aviar, es un virus DNA, de la familia Poxiviridae, familia Chordopoxvirinae, género avipoxvirus. A la viruela aviar  se le conoce en términos técnicos como difteria aviar, difteroviruela, epitelioma contagioso aviar, enfermedad de Kikuth e infección por poxvirus aviar. En términos comunes en Colombia, a las lesiones cutáneas se les ha denominado “bubas”.

Los libros de patología aviar describen la viruela aviar  “como una enfermedad de difusión lenta, que se caracteriza por formar lesiones proliferativas  y costras en la piel y lesiones de tipo diftérico en la porción superior de los tractos digestivo y respiratorio”.

Imagen No. 2. Viruela aviar. Aves de 73 semanas de edad, de un lote de 20.000 aves, de las cuales se reportan 10.000 enfermas. El protocolo de envío de muestras dice que las aves presentaban  ojos irritados y  "llorosos", animales postrados, pérdida de peso. En el protocolo no reportan las lesiones nodulares que se observan en las imágenes. Se aisló Gallibacterium anatis de senos infraorbitarios.
Imagen No. 3. Viruela aviar.  Imagen tomada de muestras procesadas de  una de las aves que se presentan en la imagen No. 2. Corte de párpado: imágenes en secuencia. Izquierda:  párpado (Hematoxilina-Eosina 4X) en el cual se observa a la izquierda el epitelio cutáneo, el cual muestra a su vez en las partes superior y derecha, necrosis superficial con formación de escara; se observa  hiperplasia (Acantosis) del estrato espinoso. Derecha: las flechas señalan cuerpos intracitoplasmáticos de inclusión (Corpúsculos de Bollinger) en el epitelio con acantosis.

En la práctica, quienes trabajamos en  patología aviar, estamos acostumbrados a  visualizar las  lesiones nodulares oscuras en la piel, principalmente en el área  de la cabeza,  bien manifiesta en apéndices cefálicos en  la mayoría de las ocasiones. En muchos de los casos de aves remitidas para examen, se detectan lesiones nodulares como las que se muestran en la imagen No. 2, sin que el profesional remitente las reporte en la historia o protocolo de remisión de muestras. La pregunta que surge es: "Tenían claro que sus aves probablemente estaban padeciendo de viruela aviar?". Probablemente no.

Tener o no tener viruela en la granja es determinante en el tipo de vacuna a aplicar con otros fines, cuando la vacuna es recombinante y está vehiculizada en virus Pox.

Se debe estar familiarizado con su  identificación, porque además, algunas manifestaciones cutáneas  en aves comerciales de intoxicación con  toxina T-2 y  derivados del Scirpentriol, pueden  manifestarse de una forma relativamente parecida.

Con frecuencia  he recibido  aves para examen de necropsia y pruebas complementarias incluyendo histopatología, con lesiones que  en algún momento pueden atribuírsele a las toxinas antes mencionadas y que  resultaron ser lesiones de viruela.

La forma cutánea de la viruela es la más común, se observa en las partes desprovistas de plumas como en patas, tarsos, base del pico, carúnculas y apéndices cefálicos y alrededor de los ojos.

Imagen No. 4. Viruela aviar. Aves de 35 semanas de   edad, de un lote de  45.000 de las cuales enfermaron 5.000. El protocolo de envío de muestras dice que las aves presentaron ojos "llorosos" y muerte súbita. El protoclo no menciona las lesiones que se observan en la cresta. Se informó en el protocolo, que las aves habían sido vacunadas a la semana 5 contra viruela aviar, pero no informa  el tipo de vacuna. De los senos infraorbitarios de estas aves se aisló Gallibacterium anatis.
Imagen No. 5. Viruela aviar. La fotografía fué tomada de un corte procedente de cresta del ave que se muertar en la imagen No. 4. Las flechas señalan algunos de los corpúsculos intracitoplasmáticos de inclusión o corpúsculos de Bollinger.

La viruela aviar comienza con la aparición de vesículas blancas rosadas o amarillas; este estadio inicial de la enfermedad, generalmente pasa desapercibido. Los nódulos, que es la forma como identificamos macroscópicamente la enfermedad,  se forman a partir de las vesículas que crecen, se juntan y revientan, con la formación de costras las cuales generan los nódulos; en el crecimiento interviene igualmente la respuesta inflamatoria del área de la piel afectada al igual que la acantosis, la cual corresponde a una hiperplasia del estrato escamoso de la epidermis. Los nódulos crecen, se vuelven superficialmente rugosos y secos como verrugas, se aglomeran y adquieren aspecto de placas  de color oscuro. Su tamaño y número dependen de la gravedad de la enfermedad.

Imagen No. 6. Viruela aviar. El ave de las fotografías corresponde a un lote de 3.000 animales de 11 semanas de edad, las  cuales habían sido vacunadas contra viruela a la semana 9 de edad. Cinco aves fueron remitidas para exámen debido a que después de la vacunación  contra Avibacterium paragallinarum (Coriza) y contra Pasteurella, presentaron lesiones en la pechuga (Dermatitis y miositis). En el protocolo de envío de muestras, no informan sobre las lesiones que se observan en el reborde palpebral, cuyo corte y coloración con hematoxilina-Eosina (40X) reveló la presencia de corpúsculos intracitoplasmáticos de inclusión de viruela.
Los nódulos  pueden alcanzar gran tamaño y suelen ser excoriados, dejando una solución de continuidad generalmente sangrante, lo que genera infecciones secundarias con bacterias y hongos. Difícilmente la muerte puede ocurrir por la viruela en si. La infección con el virus de la viruela y sus manifestaciones son graves si por  causa de estos crecimientos se obstruye la respiración, se impide la visión o se dificulta la alimentación. De no ocurrir la muerte por estas causas el ave se recupera. Las lesiones curan completamente luego de dos a cuatro semanas después de que caigan los nódulos, con la formación de cicatrices en las áreas afectadas.

Imagen No. 7. Viruela aviar. Pavo de  cuatro semanas de edad de una explotación casera en la que había más de 10 especies de aves, entre ornmentales y comerciales. En algunas regiones de Colombia, las amas de casa quienes crían estas aves que resultan con viruela (Bubas), acostrumbran retirar los nódulos o sus escaras manualmente y aplicar hipoclorito de sodio comercial sobre el área escoriada.
                       
Con la forma diftérica o forma húmeda, que es la que afecta el tracto digestivo y/o respiratorio superior, estamos menos familiarizados: son unas placas diftéricas blancas y no nódulos como los de la forma cutánea, que pueden llegar a obstruir  las vías respiratorias y producir asfixia.

Aunque la viruela aviar no produce una mortalidad alta,  las aves comerciales se vacunan, para  evitar la  disminución transitoria de la producción de huevos y un retraso del crecimiento de los pollos jóvenes.

Hay una relación de interferencia entre la presencia de la enfermedad en aves silvestres o aves comerciales, y lotes de aves en los cuales se quiere prevenir su ingreso: la presencia del virus en el medio ambiente es una barrera para la forma de acción de las vacunas recombinantes vehiculizadas en virus Pox.

Cuál es la razón?  Que actualmente se emplea el virus de la viruela aviar, para vehiculizar   en su genoma, fracciones del genoma viral de otros virus diferentes del de la viruela, que  codifican para la producción de antígenos.  El resultado: las fracciones del genoma transportado en el vector, codifican para la síntesis de proteínas que son capaces de despertar una respuesta inmune humoral. En resumen: se utiliza un virus (vehículo) para obtener anticuerpos contra otro virus. Por ejemplo la vacuna contra la laringotraqueitis  viral (Herpes virus) vehiculizada en poxvirus.

Condición preliminar para que la vacuna  vehiculizada en poxvirus funcione? Que  no haya habido una infección previa con avipoxvirus en la aves objeto de la vacunación; los receptores celulares para el virus vacunal (Pox) no deben estar ocupados por virus de campo (Igualmente Pox). En términos comunes y corrientes: que el virus de campo no le haya ganado la carrera al  virus Pox vector. Si esto sucede, los receptores celulares para el virus que actúa como vehículo, ya estarían ocupados por el virus de campo y la respuesta deseada contra el virus que es vehiculizado, ya no se produce.

Cuando se habla de tal o cual vacuna, existe una expresión entre los Médicos  Veterinarios que trabajan en avicultura: “Vacunas malas no hay”, que significa la frase? Que hay que administrarlas bien.  Administrarlas bien no necesariamente significa lo inherente al manejo del biológico en si. En el caso de los poxvirus, hay que evitar que entre a la granja el virus de campo o un virus vacunal pox diferente del  pox recombinante. Es decir, hay que ganarle la carrera inmunológica al virus campo.

Puntos clave en la transmisión del virus de la viruela aviar:
  1. Mecánica: por contacto del virus con pequeñas heridas de la piel o por la exposición de las mucosas de vías respiratorias y oculares con partículas infectadas traídas por el aire.
  2. Los artrópodos actúan como vectores mecánicos: al alimentarse en áreas afectadas de la piel de aves  infectadas, llevan el virus consigo a aves sanas. De los artrópodos, los mosquitos son los vectores más comunes. De hecho hacen que la viruela sea más frecuente en áreas del planeta donde los mosquitos son más abundantes.
  3. El virus persiste en objetos inanimados que están contaminados, es decir que provienen de  casetas o galpones  donde se presentó  la infección: cualquier jaula, alimento, implemento o ropa contaminados deben tenerse en cuenta como posibles transportadores del virus en los planteles avícola.
  4. La promiscuidad que implica la cría confinada de las explotaciones comerciales de aves, no necesariamente en jaulas, hace a las aves más vulnerables a la viruela aviar.
  5. Incluso entre especies que no suelen enfermarse en la naturaleza, cuando son mantenidas en cautiverio se han reportado casos que enferman con cepas que afectan a muchas especies.
  6. La aparición de casos en áreas próximas a un foco tiene relación probable con el traslado del virus por  parte de mosquitos vectores.
  7. Las aves silvestres son causantes de la transmisión de la enfermedad a grandes distancias del foco de origen. En el libro  “Field manual of wildlife diseases: general field procedures and diseases of birds”. M. Friend and J. C. Franson (Tech. Eds.), E. A. Ciganovich (Editor), menciona que en 60 especies de 20 familias de aves silvestres se ha diagnosticado la viruela aviar en norte América, tanto en el continente como en islas como Hawái. Se citan desde aves playeras, pasando los patos silvestres, aves rapaces, hasta las aves marinas.
Imagen No. 8. Viruela aviar. Palomas provenientes de un parque municipal, en el cual las aves enfermaron con las lesiones que se observan en las diferentes fotografías. Fueron llevadas para examen por un Médico Veterinario de una compañía que explota aves comerciales. En estas aves se observaron cuerpos de inclusión intranucleares en hepatocitos (Hepatitis por herpesvirus); se encontró igualmente un parasitismo intestinal múltiple por céstodos (Tenias) y nemátodos Ascaris), Estaban igualmente parasitadas por Lynchia maura (Mosca de las palomas) y por histopatología se observaron nemátodos en riñón.


Imágen No. 9. Viruela aviar. Las fotografías corresponden a aves del mismo caso de las de la imágen No. 8. Se muestran los nódulos periorbitarios y cutáneos en los cuales se visualizaron  los corpúsculos de Bollinger en evaluación histopatológica.

Imágen No. 10. Viruela aviar. Cortes de piel periocular de una de las palomas que se muestran en la imagen No. 9; en la secuencia fotográfica  de cortes coloreados con hematoxilina-Eosina (4X, 20X y 40X respectivamente), se observan los corúsculos de Bollinger.
Existen varias técnicas de laboratorio mediante las cuales se puede hacer el diagnóstico  de la viruela aviar; la técnica a utilizar depende de los fines que se persiguen. Cuando se trata de definir  si el aspecto clínico de aves enfermas con formaciones  nodulares en la piel corresponde a  viruela aviar, el método más rápido es un frotis y una tinción rápida en un laboratorio donde se realicen están tinciones citológicas. Se puede recurrir a la histopatología, aunque esta toma un poco más de tiempo. Es fácil encontrar un laboratorio donde se hagan preparados histológicos.
De acuerdo con el Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 (Capítulo 2.3.10-viruela aviar), las siguientes son las técnicas de diagnóstico para la viruela aviar:

  1. Identificación del agente:
  • Frotis de las lesiones  y tinción de los frotis
  • Histopatologia: el diagnóstico histopatológico de la viruela aviar se realiza mediante la detección de cuerpos eosinofílicos intracitoplasmáticos de inclusión o corpúsculos de Bollinger en las células de la piel y/o de la mucosa traqueal. Cuando la lesión está asociada a epitelio estratificado plano de la piel, incluyendo los apéndices cefálicos, específicamente del estrato escamoso o espinoso, se desarrolla un cambio hiperplásico denominado acantosis. En el epitelio respiratorio se producen cambios de hipertrofia e hiperplasia de las células productoras de moco con el subsecuente agrandamiento de las células epiteliales, las cuales contienen los corpúsculos de Bollinger.
  • Aislamiento del virus
  • Métodos moleculares. El análisis del polimorfismo de la longitud de los fragmentos de restricción (RFLP) puede utilizarse para comparar los aislamientos naturales y las cepas vacunales del virus de la viruela aviar. Sin embargo, este procedimiento no se utiliza para el diagnóstico rutinario.
  1. Pruebas serológicas
  • Virus neutralización
  • Inmunodifusión en gel agar
  • Hemaglutinación pasiva
  • Inmunofluorescencia
  • Inmunoperoxidasa
  • ELISA
  • Inmunotransferencia
El hallazgo de cuerpos de inclusión de Bollinger es poco frecuente y a veces  ordeno los cortes y la coloración con hematoxilina-Eosina, por  una inquietud personal de saber  qué se observa en nódulos cutáneos que a veces pasan desapercibidos a  simple vista por el Médico Veterinario de campo. En términos generales,  la viruela aviar muchas veces pasa desapercibida en lagranja y se vuelve un diagnóstico o hallazgo de necropsia.
Imagen No. 11. Viruela aviar.  Este caso fué presentado en este mismo blog cuando se trató el tema de enfermedad de Marek. Las aves  de este caso remitidas para examan pertenecen a un lote de  35.000 aves de 12 semanas de edad, las cuales se llevaron para examen por presentar decaimiento, parálisis, inanición, ruido respiratorio, conjuntivitis y dermatitis. La "dermatitis" que se reporta en el protocolo de envío de muestras, corresponde a las lesiones nodulares en la piel , las cuales no habían sido asociadas a viruela aviar. El  protocolo  o historia, reporta que había  5.000 animales enfermos, de los cuales murieron los mismos 5.000, de los cuales a su vez 1.200 murieron en los últimos 3 días. Además de viruela, se diagnosticó enfermedad de Marek. 
Imagen No. 12. Viruela aviar.  Corte de piel correspondiente a las aves  de la imagen 11 (Hematoxilina-Eosina,  10X y 40X respectivamente). Izquierda: hiperplasia del estrato espinoso o escamoso de la epidermis. Derecha: ampliación de un  área de la imagen de la izquierda: se observan los corpúsculos intracitoplasmáticos de inclusión  producidos por el virus de la viruela aviar (Corpúsculos de Bollinger).
Técnicas diferentes de la histopatología, se deben utilizar cuando se desea investigar el estatus de las aves de un área en particular en relación con la viruela aviar, cuando se quieren introducir  vacunas para la enfermedad como tal o para introducir vacunas recombinantes para combatir agentes etiológicos diferentes de la viruela, pero los cuales se vehiculizan en  poxvirus.
En lo personal, considero que dadas las implicaciones derivadas de la forma de acción de algunas vacunas, es importante realizar un estudio epidemiológico preliminar antes de introducirlas a un área determinada.

Cuál  es su concepto?

jueves, 17 de mayo de 2012

Osteoartritis vertebral esporádica o simplemente espondilitis: Enterococcus cecorum.

Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Imágenes y fotografías: Bernardo Mejía Arango. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.

Imagen No. 1. Osteoartritis vertebral  o espondilits. Pollo de engorde de  37 días de edad. El protocolo de remisión de las aves para examen de necropsia, reporta que el lote  afectado está compuesto por  43.000 aves de las cuales 21.420 enfermaron: presentaron postración a partir del día 35 de edad. El protocolo dice igualmente que se presenta solo en machos, independientemente del galpón o caseta. La lesión vertebral, de acuerdo con las características que tiene, debe tener más de dos días de evolución,  contrario a lo que indican los datos remitidos en el protocolo de envío de muestras. Probablemente los síntomas  de "cojera" se iniciaron mucho antes del día 35.
Los problemas locomotores en pollo de engorde son relativamente frecuentes. En este mismo blog se publicaron dos artículos relacionados con el tema: uno sobre discondroplasia de la tibia y otros sobre osteocondrosis.

Cuando se presentan problemas locomotores en las aves, específicamente en el pollo de engorde,  es importante  estudiar anatómicamente el problema, es decir ubicar específicamente donde radica y el aspecto macroscópico del mismo. A partir de allí se tomarán decisiones sobre   y las acciones correctivas necesarias, hasta donde sea posible, dependiendo de si se trata de un problema asociado al manejo, a la nutrición, a la presencia de toxinas,  a un  problema infeccioso de orden bacterial o a una combinación de uno o varios de los anteriores.
Imagen No. 2. Osteoartritis vertebral o espondilitis, pollos de 37 días. La imagen No. 1 corresponde a un ave de las que se muestran en esta imagen. Los síntomas reportados fueron:  postración a partir del día 35 de edad. Las lesioenes observadas a la necropsia indican que la evolución del problema lleva mucho más de dos días. El pollo que se presenta en la fotografía de la derecha, fué colocado de cúbito supino; probablemente el alivio del dolor en esa posición, hace que los pollos afectados prefieran permanecer  apoyados en la región dorsal y no sobre las extremidades.

Con frecuencia no encontramos la causa de la claudicación, la imposibilidad para desplazarse y/o mantenerse en pie por parte de las aves enfermas. Se debe  explorar al máximo la anatomía en busca de lesiones macroscópicas que expliquen el fenómeno. A veces las espondilitis no son tan manifiestas morfológicamente, no al menos antes de explorar los huesos de la columna vertebral.
Imagen No. 3.  Osteoartris vertebral o espondilits. Las aves que se muestran en las dos fotografías corresponden a las mismas de las imágenes  Nos. 1 y 2.  Colocar las aves  enfermas vivas  decúbito supino es una especie de "prueba" que nos permite predecir (Con mucha probablilidad de acertar) que probablemente el ave padece osteoartritis vertebral o espondilitis, si el ave afectada prefiere permanecer en esa posición.
Revisando sobre el tema, sorprende que en algunos artículos confundan  las espondilitis de origen bacterial con las espondilolistesis, dos problemas bien diferentes:

La espondilolistesis es un padecimiento poco frecuente (Al igual que el de las espondilitis de  origen bacterial); la espondilolistesis hace referencia a la malformación y rotación de la  cuarta vértebra torácica, debido a trastornos hereditarios aún no caracterizados.
La espondilitis o inflamación de los cuerpos vertebrales, es un estado que puede originarse a partir de una espondilolistesis; pero puede darse sin que exista esta.

Para entender anatómicamente es problema, es importante revisar la anatomía de los huesos de la columna vertebral de la aves en esta parte: en las aves, la última vértebra cervical y las tres primeras torácicas están fusionadas en un solo hueso llamado notarium; en sentido caudal, le sigue la cuarta vértebra torácica o T4, que es la única vértebra móvil de las  torácicas. El resto de las vértebras torácicas y todas las lumbares están fusionadas  junto con las sacras en un solo hueso llamado sinsacrum.
Imagen No. 4.  Ubicación anatomica de la cuarta vértebra torácica (4T). En las aves, al menos en Gallus domesticus, la últia vertebra cervical y las tres primera torácicas están fusionadas en un suelo hueso denominado  notarium. En sentido posterior, después del notarium se encuentra la  cuarta vértebra torácica (4T). El resto de las vértebras torácicas y las lumbares estan fusionadas junto con las sacras en un solo hueso llamado sinsacrum. El la  vértebra 4T tiene asiento la infección que genera la osteoartritis vertebral.
Así que la cuarta vértebra torácica, anatómicamente está  predispuesta a generar un problema de espondilitis, entre otras cosas por  el manejo brusco. Es por eso que en algunos casos de espondilitis se aprecia degeneración del fibrocartílago ubicado entre la cuarta vértebra torácica y el notarium (En sentido anterior o craneal) y el sinancrum (En sentido posterior o caudal).

Para obtener un corte como el de la imagen de la izquierda, simplemente retiramos los órganos de la cavidad toracoabdominal y con un cuchillo bien cortante incidimos los cuerpos vertebrales en sentido anteroposterior.

El doctor Isaac Bittar Filho (DMS Nutritional Products, Sao Paulo, Brasil) en la  conferencia: “Cojeras y problemas musculoesqueléticos” presentada en el  XII seminario Internacional de Patología y Producción Aviar 26 al 30 de abril, Athens, Georgia, cita algunos  puntos relacionados con la espondilitis (Y la espondilolistesis). Estos son algunos apartes de la conferencia del doctor Bittar:
La espondilolistesis es el problema esquelético más frecuente en las cojeras severas, afectando más o menos el 2% del total de las aves del lote y alrededor del 80% de las aves caídas. La posición sentada (Harley Davidson Rider), es casi que patognomónica. El ave en la fase más grave queda paralítica. El examen postmortem se hace necesario para diferenciar, pues el absceso causa un síntoma muy parecido. Los abscesos en la columna vertebral son de incidencia rara.

(Debo aclarar que nunca he  visto la posición de pollo sentado al estilo "Harley Davidson Rider", en los casos examinados personalmente en el área  de Colombia donde  he trabajado por más de dos décadas).

Procedimiento para determinar la presencia de  lesiones espinales (Técnica de campo desarrollada en Brasil por Kenneth Powell, Enrique Cella e Isaac Bittar (2007). La evaluación puede ser  fácil si se sigue el procedimiento descrito:
  1. Aislar el dorso. Verificar si hay desvíos laterales (Escoliosis) y/o una reducción de los espacios intercostales. En un ave normal, las costillas están en posición paralela.
  2. Aislar la columna vertebral, cortando las costillas en ambos lados, esto permitirá ver  desvíos dorsales o ventrales de la columna, cifosis y/o lordosis.
  3. En la región ventral de las vértebras torácicas están las apófisis ventrales, córtelas todas, así la superficie quedará plana.
  4. Introducir la navaja una o dos vértebras craneales arriba de la vértebra torácica libre (A nivel de T4) y cortarlas longitudinalmente en dirección a la cola, cuidando de mantener la línea central.
  5. Después de esto, invertir y cortar las vértebras  torácicas hacia el cuello.
  6. Finalizar esta parte de corte con tijeras
  7. El cordón espinal tiene forma de semicírculo
  8. La compresión del canal espinal puede ocurrir por desplazamiento de las tres vértebras torácicas, causando la estenosis del canal vertebral.
El doctor Eric Gingerich de la Universidad de Pensilvania, en el 2010 publicó un artículo denominando “Abscesos medulares afectan a parvadas estadounidenses de pollo de engorda”.  A manera de introducción, el doctor  Gingerich anota lo siguiente: “Más preguntas que respuestas aún rodean a este síndrome de enfermedad emergente que causa cojera por lo general en 2% al 4% de las aves de las parvadas afectadas”. Con este concepto, muy seguramente estamos de acuerdo quienes trabajamos en el diagnóstico de enfermedades aviares.

Los  siguientes ítems resumen el artículo del Dr. Gingerich (Hablando de osteoartritis vertebral):

  • Es una enfermedad reciente, que causa cojeras en el pollo de engorde.
  • Se observa más frecuentemente después de la cuarta semana de edad.
  • Puede llegar a afectar entre el 10 y el 15% de las aves de un lote.
  • La lesión es un absceso en las últimas vértebras  dorsales, el cual produce parálisis debido a la presión del proceso inflamatorio, sobre la medula espinal.
  • La lesión se relaciona con el aislamiento de la bacteria Enterococcus cecorum.
  • La enfermedad se vió por primera vez en pollos reproductores pesados en el estado de Carolina del Norte (Estados Unidos) en el año 2006.
  • En pollo de engorde se reportó por primera vez en el estado de Pensilvania en el año 2008.
  • Desde entonces se ha encontrado en otros estados de los Estados Unidos y además en otros países: Washington, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Arkansas, Missisipi, Alabama y California. Canadá, Holanda y Bélgica.
  • El problema es esporádico.
  • El problema no parece diseminarse de una caseta a otra.
  • Una vez que una caseta tiene aves afectadas, se afectan las parvadas subsiguientes, de tal forma que el agente causante parece persistir en el medio ambiente.
  • Se afectan predominantemente los machos.
  • Las aves afectadas cojean y no pueden obtener el agua y alimento que necesitan.
  • En el proceso de necropsia, se encuentra un absceso en la última vertebra dorsal.
  • Se puede ver la compresión sobre la medula espinal, al cortar longitudinalmente la vértebra afectada
  • se desconoce la fuente de infección.
Aunque el Enterococcus cecorum  se aísla del intestino de cerdos, ganado bovino, canarios y patos, las cepas de los diferentes hospederos muestran diferencias entre ellas.

El Enterococcus cecorum hace parte de la flora normal del intestino de las aves. No se sabe por qué razón afecta la cuarta vértebra torácica, aunque se cree que el movimiento limitado de la vértebra  facilita una lesión inicial microtraumática que alteraría el microflujo vascular sanguíneo con el consecuente daño, el cual facilitaría la infección.


Una hipótesis actual apunta a que el Enterococcus cecorum, luego de colonizar el intestino, entra en la corriente sanguínea debido a lesiones en la mucosa intestinal, facilitada la entrada por enfermedades inmunodepresoras tales como la enfermedad de Gumboro. Se cree que la bacteria tiene afinidad por el cartílago y el hueso; específicamente no se sabe por qué razón se ubica en la cuarta vértebra torácica.


En 2010,  un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Kabel Robbins y colaboradores), realizaron un estudio fenotípico de los aislados de campo del Enterococcus cecorum asociados a la presentación de osteoartritis vertebral en aves. En la presentación de su trabajo, sostienen que:

  • La osteoartritis vertebral puede ser esporádica y en ella estan implicadas bacterias de varios géneros.
  • La  osteoartritis vertebral puede ser  epidémica: los primeros casos se presentaron en Estados Unidos en 2006 en pollos de engorde reproductores; en 2008 se presentó en pollos  de engorde (parrilleros), el 85% de los casos ocurren en machos. Puede afectar el 25 a 35% de un lote
En su trabajo, no pudieron demostrar la hipótesis de que hubiera una nueva cepa virulenta del Enterococcus cecorum y que esta fuera la responsable del incremento  en la incidencia de la enfermedad (En estados Unidos).

Concluyeron que el Enteroccus cecorum podría ser un patógeno oportunista, el cual  requeriría una coinfección o factores potenciadores no identificados.
Imagen No. 5. Izquierda: osteomielitis vista desde la cabeza del fémur (Sin el cartílago articular), de un pollo de engorde de  41 días. Centro: osteomielitis purulenta, vista al corte sagital de la epífisis proximal del tibiotarso de un pollo de engorde de 40 días de edad. Derecha: discondroplasia de la tibia y osteomielitis, vista del extremo proximal del hueso, pollo de engorde de 51 días. Algunos artículos encontrados en la revisión de literatura sobre  este tipo de lesiones artículares,  atribuyen las infecciones al Enterococcus cecorum.
Por estos días  en que se ha hecho tan popular el tema de la integridad intestinal y las alteraciones en la morfología del intestino  así como la flora del mismo, cobra importancia Enterococcus cecorum. Afortunadamente, de acuerdo con nuestra experiencia en la investigación de  causas de problemas locomotores en pollo de engorde y en general en aves comerciales en el área de sur del Valle del Cauca, en Colombia,  la espondilitis en las aves, específicamente en el pollo de engorde, es poco frecuente; en todo caso, mucho menos que las cifras presentadas por los doctores Bittar y Gingerich.


Cuál es su concepto?