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viernes, 21 de septiembre de 2012

Micotoxicosis en aves, un tema difícil. Toxinas dermonecróticas.

Por: Bernardo Mejía Arango. M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes:  Bernardo Mejía Arango  M.V.Z.  M.Sc.  Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa. (La fotografía No. 8 es de autoría del doctor Juan Sebastian Alvear M.V-.Z. y está publicada con su autorización).
Créditos:  Necropsias: Bernardo Mejía Arango, M.V.Z.  M.Sc.; Luis Buitrago M., M.V.Z.; Juan Alvear A., M.V.Z.

Imagen No. 1.  Micotoxicosis en aves.  Las dos fotografías en secuencia que componen la imagen, corresponden a pollo de engorde  de 42 días de edad perteneciente a una granja de  38.000 aves de las cuales se reportan 1.2006 afectadas con las lesiones descritas así por el Médico Veterinario remitente: "placas  oscuras en cresta y pico". De acuerdo con la revisión , estos casos corresponden a micotoxicosis por ingestión de alimentos contaminados con  toxina T-2 y/o  diacetoxiscirpenol.
Manejar el tema de las micotoxinas no es fácil. Mis puntos de vista al respecto son los siguientes:
  • El Médico Veterinario puede estar viendo una serie de lesiones que de acuerdo con su experiencia o por concordancia con lo que muestran las publicaciones, se le pueden parecer  o "ser compatibles" a  estados de micotoxicosis.
  • Cuando las aves son examinadas tanto en el campo como en el laboratorio de diagnóstico, debido a que presentan un cuadro compatible con un estado de micotoxicosis, generalmente la  toxina ya no está, al menos en el alimento. La toxina ha producido su efecto y lo más probable es el que el lote o bache de alimento que consumen las aves en el momento en que se detecta la condición de toxicosis en su organismo, no tiene niveles altos de la micotoxina responsable de las lesiones observadas o  tiene un nivel diferente, o simplemente no la tiene.
Imagen No. 2. Micotoxicosis en aves.  Pollas de 4 semanas de edad. Las aves se enviaron para exámen por presentar "lesiones  unilaterales o bilaterales en barbilla, en forma de placa oscura, prurito, descamación de la piel" según lo que dice el protocolo de envío de muestras. Estas aves proceden de una granja  que tiene 32.118 aves. La información remitida  no contiene datos sobre el número total de animales afectados, igualmente no reporta mortalidad.  En el texto del artículo se habla sobre las razones por las cuales en muchos de los casos en que se hace un diagnóstico clínico y  de necropsia de dermonecrosis por micotoxinas, no se incluyen los análisis químicos tendientes a demostrar su presencia.  Por clínica, las aves que se muestran en la secuencia fotográfica,  se incluyen entre los estados de micotoxicosis por  tricotecenos.
  • Los análisis químicos de los tejidos de las aves afectadas no suelen llevarse a cabo para confirmar o descartar la presencia de la micotoxina. Los productores no los asumen por dos razones: 1) Los costos, ellos piensan que son muy altos. 2) El resultado no le resuelve el caso.
  • Hay muchas técnicas o pruebas para detectar micotoxinas; las más certeras son la cromatografía líquida de alta eficiencia y la cromatografía de gases-espectrometría de masas, las cuales son generalmente "muy costosas". La cromatografía de capa fina con cuantificación posterior por densitometría era una técnica disponible cuando trabajé en el Laboratorio de Toxicología del Instituto Colombiano Agropecuario en Bogotá; todavía se usa como método para cuantificar micotoxinas.
  • La prueba de ELISA ha sido difundida para los muestreos por ser de fácil realización en las plantas de alimentos; hay que tener cuidado con la interpretación de los resultados mediante esta técnica debido a que: 1) Se reporta por expertos en el tema, que producen falsos positivos 2) Es una técnica "colorimétrica" en la cual el desarrollo de color es medible y directamente proporcional a la cantidad de micotoxina;  se basa en la captura de la toxina por anticuerpos pegados a  una placa. A menos  que los anticuerpos sean monoclonales, la prueba puede arrojar cifras más altas que las reales.
  • Los expertos en temas de cuantificación de micotoxinas, recomiendan la prueba ELISA convencional, solo como prueba tamiz.
  • En mi experiencia, cuando se le recomienda a un productor realizar análisis químicos para detectar micotoxinas,  muchos de ellos rechazan la sugerencia  debido a los costos de los análisis; adicionalmente, afirman que los resultados no  tienen aplicabilidad en la solución inmediata del problema.
  • Otras pruebas rápidas, aunque creo que no son tan precisas, se usan en las fábricas de alimentos para medir micotoxinas y creo que se empelan como  "prueba tamiz" más  que otra cosa.
  • Existen "micotoxinas enmascaradas" debido a que se conjugan con compuestos orgánicos formando complejos (Glucósidos, por ejemplo) que no son  detectables, la mayoría de las pruebas están diseñadas para detectar "micotoxinas libres".
  • De acuerdo con lo que aprendí con el doctor Orlando Osuna cuando tomé el curso de toxicología en la escuela de postgrado, muestrear un bache o lote alimento con destino a un análisis toxicológico para detectar micotoxinas, no es tan sencillo:  hay técnicas para que la muestra sea representativa ya que las micotoxinas y la microflora de hongos que las sintetizan no están uniformemente distribuidas en una biomasa de alimento o de materia prima. Existe normatividad acerca de la metodología adecuada de muestreo.
Imagen No. 3. Micotoxicosis en aves.  Para que la muestra de materia prima o producto terminado sea representativa en los análisis químicos de micotoxinas, existen protocolos establecidos de muestreo. El inconveniente que se presenta en los casos de micotoxicosis, es que cuando las aves manifiestan los síntomas y las lesiones, el alimento que consumen en ese momento, seguramente no tiene las mismas concentraciones de micotoxina que las que tenía el alimento que consumieron y que causaron el problema.
  • Prácticamente no hay lesiones específicas de micotoxinas en el organismo animal. De hecho, no hay lesiones histopatológicas patognomónicas atribuibles a la acción de una micotoxina.
  • De acuerdo con el órgano afectado, se puede iniciar una investigación en forma tentativa. Por ejemplo, en ocratoxicosis hay compromiso renal; en aflatoxicosis hay compromiso hepático. 
  • Los efectos sinérgicos hacen que haya variabilidad en el tipo e intensidad de las lesiones.
  • Efectos como el de inmunodepresión debidos a micotoxinas, son difíciles por no decir que imposibles de demostrar en  los casos de campo.
  • La contaminación de las materias primas y de los alimentos terminados puede producirse en las fábricas cuando en estas se dan las condiciones adecuadas para el crecimiento de hongos.
Imagen No. 4 Micotoxicosis en aves.  Tanto la materia prima como el producto terminado para la alimentación de las aves, deben ser monitoreadas permanentemente y sobretodo antes de utilizar el alimento el  los animales. El daño en el organismo animal no siempre es visible a simple vista.  Muchas micotoxinas en dosis bajas, pueden tener efectos sinérgicos y manifestarse clínicamente de muchas maneras.
Imagen No. 5 Micotoxicosis en aves. Las micotoxicosis no tienen tratamiento en las aves afectadas.  Aunque la mayoría de las micotoxinas son sintetizadas por los hongos toxigénicos en condiciones de campo, muchos de ellos crecen y sintetizan la toxinas en condiciones de almacenamiento.  Así que las condiciones sanitarias en el almacenaje, tanto en  las fábricas como en las granjas, son definitivas en la prevención de los estados de micotoxicosis.
Existe mucha información sobre micotoxinas y micotoxicosis en aves. Lo  que la experiencia en diagnóstico nos dice, es que la mayoría de veces nos quedamos con el diagnóstico hecho en la necropsia y en las evaluaciones histopatológicas las cuales como  dije, no se producen lesiones patognomónicas. La mayor parte de las fotografías que se presentan en este artículo son  de lesiones que  de acuerdo con mi opinión y la del grupo de trabajo al cual pertenezco, son de estados de micotoxicosis.

Igualmente y de acuerdo con nuestra experiencia, los estados en los que sospechamos de micotoxicosis más frecuentes, son los relacionados con  dermonecrosis relacionadas con piel y apéndices cefálicos y cavidad oral.
Imagen No. 6  Micotoxicosis en aves. Pollo de engorde de 42 días de edad. Las imágenes corresponden a  aves del mismo lote de las de la imagen No. 1 En casos como este, es conveniente realizar el análisis histopatológico de las  lesiones  de aspecto nodular debido a que prácticamente son iguales a  las que se observan en algunos casos de viruela. Las lesiones histopatológicas en los casos de dermonecrosis exclusivamente por micotoxinas no son concluyentes.
Los estados de nefrosis atribuibles a micotoxinas en las aves que examinamos en nuestro grupo de trabajo, no son frecuentes, al menos  estado macro y microscópicamente calificables como de micotoxicosis.

Tips sobre las micotoxinas y micotoxicosis, aplicables a las aves:
  • Las micotoxinas son metabolitos secundarios del metabolismo de hongos.
  • Son producidos por cepas toxigénicas de algunos de sus géneros.
  • Las micotoxicosis son estados de enfermedad tanto de los animales como del hombre, producidos por estos metabolitos tóxicos de hongos toxigénicos.
  • La acción de una micotoxina en un organismo, depende de la dosis y del tiempo de  consumo.
  • La cantidad de una micotoxina requerida para producir un efecto no deseado en el organismo animal puede depender de: 1) Especie 2) Raza 3) Edad 4) sexo 5) Estado fisiológico del organismo que la ingiere 6) La coexistencia de  infecciones o estados de parasitismo 7) Las condiciones del medio ambiente 8) El uso de fármacos.
  • La acción farmacológica de  una micotoxina con efectos negativos sobre el organismo animal puede depender del sinergismo o antagonismo de varias micotoxinas.
  • Es frecuente encontrar diferentes micotoxinas en un mismo alimento.
  • La cantidad de toxina que un hongo toxigénico puede sintetizar, depende de la capacidad genética del hongo y de las condiciones del medio ambiente.
  • En un alimento, no necesariamente coinciden la presencia del hongo con la micotoxina sintetizada,  la razón es que el hongo sintetiza la  toxina, la libera y el hongo puede  desaparecer; la  micotoxina persiste.
  • Los estados toxigénicos son influenciados por  diversos factores tanto del organismo del animal afectado, como del medio ambiente.
Como lo mencioné antes, el cuadro clínico aviar más frecuente relacionado con micotoxicosis es la necrosis de epitelios de la piel y apéndices cefálicos y de la cavidad oral.

Imagen No. 7  Micotoxicosis en aves. Las aves que se muestran en la fotografías, son pollas de 4 semanas de edad, de una granja de  32.118 aves. Estas aves son del mismo lote de las que se muestran en la  imagen No. 2 y fueron remitidas pro presentar "lesiones  unilaterales o bilaterales en barbilla, en forma de placa oscura, prurito, descamación de la piel". 
De acuerdo con lo revisado, estas lesiones son atribuibles a la acción de toxinas  sintetizadas por hongos del género Fusarium.

Imagen No. 8 Micotoxicosis en aves.  Imagen dorsal de la lengua de  un pollo de engorde de 40 días de edad. Se observa un área  o placa necrótica. No. de aves en el predio: 57.000. La historia de remisión de muestras dice que se observan aves (200) que presentan dificultad al caminar, postración y que se rompe fácilmente la cabeza del fémur en el proceso de necropsia. Además de un estado septicémico con complicación del aparato respiratorio, 5 de las 6 aves examinadas presentaron osteocondrosis. La lesión oral puede ser atribuida a la acción de tricotecenos; varias micotoxinas están  involucradas en los casos de osteodisplasias. Lesiones  como la que se  observa en la lengua de esta ave, no son detectables cuando se trabaja de prisa en el proceso de necropsia, suelen ser pasadas por alto. (Fotografía publicada con autorización de su autor, quien hace parte del grupo de trabajo).
Los hongos del género Fusarium pertenecen a la flora micótica de campo en primer lugar y en segundo lugar a la flora de granos y cereales almacenados.  Los hongos de este género crecen bien entre 6 y 40°C, es aerobio y requiere una actividad de agua superior a 0.88  para su crecimiento. La actividad de agua es un parámetro que tiene que ver con la humedad del alimento y los expertos en el tema la definen como la presión de vapor de  un alimento comparada con la presión de vapor de agua pura a la misma temperatura; de ahí que la actividad de agua es un parámetro relacionado con la humedad del alimento y por lo tanto con su estabilidad. Para producir micotoxinas, se  requiere que los hongos del género Fusarium  tengan una actividad de agua superior a 0.91

Son micotoxinas  sintetizadas y liberadas al sustrato por parte de hongos toxigénicos del género Fusarium:
  • Zeraralenona
  • Fumonisima  (B)
  • Tricotecenos:  Deoxinivalenol, Toxinas T-2 y  H-T-2, Monoacetoxiscirpeno (MAS), Diacetoxiscirpenol (DAS) , triacetoxiscirpenol(TAS) y Scirpentriol.
Nos interesan, de acuerdo con lo expuesto anteriormente, las  siguientes toxinas  las cuales producen el efecto dermonecrótico: la toxina T-2 (La H-T2) y las toxinas monoacetoxiscirpenol, diacetoxiscirpenol y triacetoxiscirpenol.

Los tricotecenos son  un grupo de micotoxinas sintetizadas por  varias especies de hongos de los géneros Fusarium, Myrothecium, Trichoderma, Trichothecium, Verticimonosporium y Stachybotrys.  El género más frecuentemente citado en la literatura en relación con la síntesis de tricotecenos es el Fusarium.

Según la estructura química y la especie productora,  los tricotecenos se dividen  en cuatro grupo: A, B, C, D. Los tricotecenos de los grupos A y B son producidos por el género Fusarium y son contaminantes naturales de cereales. Los del grupo D generalmente se producen en el interior de edificios. Los del grupo C no son frecuentes. Los tricotecenos  han cobrado importancia como armas biológicas debido a la capacidad de inhibir la síntesis de proteínas.

Los  tricotecenos del grupo A son los más numerosos y en este grupo se encuentran la toxina T-2, la toxina HT-2 y el diacetoxiscirpenl o DAS, es decir los que mencionaron antes como productores de necrosis dérmica de  piel, apéndices cefálicos y  de cavidad oral en aves. Las principales especies  que sintetizan estas toxinas son:  sporotrychoides,  poae y equiseti, todos ellos pueden crecer bien en cereales  y gramíneas y en las condicones que tienen en el trópico, entre ellas  las de Colombia, para su crecimiento y síntesis de toxinas.

Lesiones y alteraciones de diferente orden atribuibles a la toxina T-2 en aves comerciales

- Alteraciones del desarrollo.
- Lesiones orales.
Imagen No. 9  Micotoxicosis en aves. Se observan necrosis  en paladar, borde del pico superior y lengua respectivamente. Evidentemente es un caso de micotoxicosis por tricotecenos. Las fotografías fueron tomadas en  pollos de engorde de 20 días de edad de una granja de 32.130 aves. Las aves que se enviaron para examen por necropsia por  presentar "leve ruido respiratorio e inapetencia";  el protocolo de envío demuestras, no describe  las lesiones observadas en la sala de necropsias, lo cual indica que el caso  en cuanto a necrosis oral se refiere, estaba pasando desapercibido por le Médico Veterinario  responsable de la granja. Esto es entendible por dos razones:  el profesional no está entrenado en el reconocimiento de este tipo de lesiones en aves, o no revisó la  cavidad oral por estar pendientes del aparato respiratorio ya que la sintomatología reportada, era respiratoria.
- Dermonecrosis
- Mortalidad.
- Hematomas hepáticos.
- Hepatomegalia y esplenomegalia.
- Reducción del peso de la bolsa de Fabricio.
Imagen No. 10  Micotoxicosis en aves. Dos cortes de bolsa de Fabricio de aves de 21 días de edad. La fotografía de la izquierda corresponde a un corte de  bolsa que  presenta depleción linfoide y lesiones atróficas  +++ (En una escala subjetiva de + a ++++) (Hematoxilia-Eosina 10X). La fotografía de la derecha corresponde a un corte de bolsa de Fabricio de un pollo de 21 días de edad, del mismo lote que el de la fotografía de la izquierda, de aspecto histológico normal (Hematoxilina-Eosina, 10X). En la granja de donde provienen las aves de estas fotografías, había 43.692, de las cuales el 100% estaban enfermas con síntomas respiratorios y síndrome de "cabeza hinchada". En la necropsia de encontraron lesiones de discondroplasia de la tibia, erosiones en molleja, celulitis craneofacial y sinusitis catarral.

Muchas de las micotoxinas, incluyendo los tricotecenos, están implicadas en el desarrollo de inmunodepresión y de cuadros clínicos asociados a inmunodepresión, es lo que dice la literatura, pero no se mide el grado de inmunodepresión en términos de compromiso de las micotoxinas, simplemente porque no se miden los niveles de micotoxinas. Más del 70% de las bolsas de Fabricio que examino anualmente, tienen algún grado de depleción linfoide y lesiones atróficas, difícilmente asociables a micotoxinas, tanto porque estas no se cuantifican, como porque la depleción linfoide y las lesiones atróficas de la bolsa, tienen causan múltiples, aparte de las micotoxicosis.
- Mal emplume (En este mismo blog se publicó un artículo sobre mal emplume)
- Erosiones en la capa córnea de la molleja.
Imagen No. 11  Micotoxicosis en aves. En este mismo blog, publiqué un artículo sobre erosiones de la molleja. La frecuencia de erosiones de la molleja en aves de  todos los estados productivos aviares es alta, pero es una lesión que tiene causas múltiples, entre ellas los estados de micotoxicosis por tricotecenos. No he encontrado estudios de asociación causal entre micotoxicosis y frecuencia de erosiones de la capa córnea de  la  molleja.
- Deficientes respuestas farmacológicas, a coccidiostatos por ejemplo.
- Reducción en la producción de huevos.
- Reducción de la incubabilidad de los huevos.
- Deficiente mineralización de la cáscara de los huevos.
- Discondroplasia de la tibia

Imagen No. 12. Micotoxicosis en aves. Discondroplasia de la tibia en  pollo de engorde de 49 días, 54 días y 41 días respectivamente. En "EL Libro Azul de las Micotoxinas" (Edición española, 2008), editado por Duarte Díaz y  publicad por Nottingham University Press, los doctores G. Devenogwda y T.N.K. Murthy  presentan el capítulo "Micotoxinas: sus edectos en aves: algunas soluciones prácticas", encontré  el siguiente texto: "Recientemente se ha observado que la toxina T-2 puede causar tambien  discondroplasia de la tibia en pollos de engorde".  La investigación fue hecha por  Nascimento, J.A.F.B. y  tres profesionales más y se encuentra publicado en la revista Arquivo Brasileiro de Medicina Veteriária  e Zootecnia 53: 332-341.
Lesiones y alteraciones atribuibles al diacetoxiscirpenol en aves comerciales:

- Alteraciones del desarrollo.
- Lesiones orales.
Imagen No. 13 Micotoxicosis en aves. Las lesiones necróticas en pico dorsal que se observan en la secuencia fotográfica, fueron tomadas  en  pollos de engorde de 42 días de edad,  pertenecientes a una granja de  38.000 aves de las cuales se reportan 1.2006 afectadas con las lesiones descritas así por el Médico Veterinario remitente: "placas  oscuras en cresta y pico". Corresponden a las mismas aves del lote de donde se tomaron las fotografías de la imagen No. 1.
- Dermonecrosis.
Imagen No. 14  Micotoxicosis en aves. Detalles de las lesiones  faciales, de pico y de apéndices cefálicos del pollo que se muestra en la imagen No. 6. Las lesiones histopatológicas observadas en los procesos dermonecróticos causados por micotoxinas no son concluyentes respecto de la causa; no obstante, en lesiones como las que presenta el ave en la fotografía de la izquierda, es necesario  descartar  que se trata de un caso de viruela  aviar. Particularmente he tenido casos muy similares en los cuales he  observado cuerpos intracitoplasmáticos producidos por herpesvirus.
- Mortalidad.
- Hematomas en hígado.
- Hepatomegalia y esplenomegalia.
- Disminución del  peso de la bolsa de Fabricio.
- Alteraciones neurológicas.
- Mal emplume.
- Erosiones en la capa córnea de molleja.
- Reducción de la producción de  huevos.
- Reducción de la incubabilidad de los huevos.
- Deficiente mineralización de la cáscara de los huevos.
- Reducción en el consumo de alimento (Rechazo del  alimento?  Reducción del apetito?).

La mejor y más actual revisión sobre micotoxinas y micotoxicosis se encuentra en el libro "Micotoxinas y Micotoxicosis en Animales y Humanos" cuyos autores son Alberto Gimeno, Ingeniero Industrial Químico, Consultor Técnico en Micotoxinas y Micotoxicología Alimentaria y Ligia Martins, Licenciada en Medicina Veterinaria, Consultora Técnica en Micotoxinas  y Micotoxicología Alimentaria.  La tercera edición es del año 2011.


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